Hace casi un
año se nos ocurrió la idea de pedirle libros a nuestras gente de nuestras
parroquias, ya que hacía tiempo que sentíamos diariamente la necesidad de un
espacio para fomentar la lectura en condiciones. Hicimos simplemente unos
flyers, lo publicamos en facebook y coordinamos tres puntos de recogida. En
cosa de un mes recogimos casi 1.300 libros. Nuestros padres se
encargaron amorosamente de clasificarlos, encajarlos y enviárnoslos. Vinieron
en barco y a principios de junio llegaron a San Juan. Antes de las vacaciones
de verano ya habían llegado a Aventura, pero las cajas en que llegaron nos han
servido de mostrador durante unos meses, ya que la madera de la biblioteca
estaba dando que hablar.
Finalmente durante el verano se
pudo cortar la madera y cuando iniciamos el curso pudimos poner seriamente en
la construcción de la nueva biblioteca. Ha sido otra vez, una construcción muy
participativa. Teníamos un carpintero y Aventura ponía la mano de obra, la ilusión
y las ganas de aprender. En las horas de la asignatura de vocacional han
cargado la madera, la han pulido, la han barnizado, han montado las mesas, han
numerado los libros, los han colocado en las estanterías,... Y como ya todos
teníamos muchas ganas de usarla, el 15 de noviembre ya la pusimos en marcha,
aunque la inauguración y bendición no podía ser hasta el 1 de diciembre.
En el horario de cada día tenemos
una hora por la tarde destinada a la lectura. Es la mejor hora para ir a la
Biblioteca, llena de gente y silenciosa. Parece un pequeño milagro dentro del
marco de ruido al que estamos acostumbrados. Los estudiantes mayores hacen de
bibliotecarios, motivan la lectura y se encargan de llevar un control a través
de unos sencillos carnés de lectura.
Aparte de Biblioteca es aula de
Informática y nos permite tener los ordenadores controlados y hacer un mejor
uso de la tecnología.
Es un espacio sencillo y acogedor.
Pero sobre todo es un espacio significativo. Hace tan sólo 6 años Marta del
Castillo, nuestra compañera de OCASHA, ayudaba a crear en cada una de las
comunidades un pequeño armario con unos cuantos libros. Prácticamente ningún
niño sabía leer. Para muchos aquella fue un empuje importante. Ahora la mayoría
de aquellos niños están en Aventura, son los grandes de la escuela y leen cosas
como el Diario de Ana Frank, versiones juveniles de El Quijote, Momo, Diario de
un joven maniático,...
Muchos días en estos años nos hemos
desesperado porque los problemas no han faltado en Aventura, porque la actitud
no siempre es la que uno desearía, ... pero cuando los ves leer silenciosamente
en la Biblioteca, tratando los libros en delicadeza y explicando- después unos
a otros las historias que han descubierto entre las páginas, ... entonces te
pasan todos los disgustos del andar diario y sientes mucha alegría y esperanza
de ver que el futuro de estos jóvenes pinta mucho mejor que hace tan sólo 7 o 8
años.
Os
adjuntamos un video que hemos realizado para agradecer a nuestras parroquias…
Que iniciativa más guapa. Enhorabuena.
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