miércoles, 20 de diciembre de 2017

NAVIDAD FUERA DE CASA

Saludos, Familia. Ésta será la primera navidad fuera de casa.

Sinceramente, a falta de llegar la nochebuena, pensaba que la iba a vivir con muchísimo más desánimo. Que la nostalgia pesaría demasiado. Y aunque la soledad es un sentimiento que todo misionero enfrenta de una u otra manera (os prometo que hablaré de ello en otra entrada) no está siendo así este diciembre.

Es tal y como dijo Jesús: Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna. (Mateo 19: 29) Lo he "dejado todo", pero no he perdido el amor y el cariño de mi gente. Aún desde la distancia sé que me quieren y que rezan por mí y por la misión que estoy llevando a cabo. Y además he conocido gente maravillosa que me ha abierto las puertas de su casa y un huequito en sus vidas.

Estoy seguro de que la nochebuena y la navidad serán muy diferentes... Pero lo vivo de igual manera que vivimos los cristianos el adviento. Con esperanza. Con la esperanza de que la distancia y el tiempo no borran ni difuminan el amor hacia mi gente de España. Con la esperanza de que en medio de aquí donde Dios me ha puesto, nacerá Jesús. 

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