COMPARTIENDO LA MISIÓN
Durante los
meses de julio y agosto han venido, a compartir la misión, jóvenes de la
diócesis de Ciudad Real.
Siempre es un
tiempo de gracia poder compartir el día a día, con aquellos que dan su tiempo, para vivir su fe y abrirse a un mundo diferente.
Se han
involucrado en las diferentes actividades de la parroquia, en la catequesis, en
el servicio jesuita a migrantes, en la capilla… realizando campamentos, dando charlas, y lo han hecho con mucha
gratuidad. Y lo más importante, compartiendo la vida y el sentir de las personas.
Cuando uno se
integra en un mundo diferente, tan distinto, tiene que aprender a desaprender,
a escuchar, a compartir con las personas lo mejor de uno mismo, sentir lo maravilloso
que es entregarse. Abrirse, para dialogar con los cuestionamientos que te
ofrece un mundo distinto, con sus riquezas y sus pobrezas.
Es un momento de
encuentro, de dejarse llevar, de sentirte parte de una misión universal de la
iglesia. Para mí, un tiempo de sentirme más unido a mi diócesis y a mi iglesia
de origen y de mostrar que no estamos solos, que contamos con ellos, y que
ellos sientan y vean lo que hacemos, enviados por nuestra diócesis.
Desde aquí,
solamente puedo dar las gracias, a la parroquia, por lo bien que los han acogido, a la delegación de misiones de Ciudad Real,
especialmente a Damian, que apuesta por este intercambio de experiencias y de
fe, y especialmente a Teresa, José Antonio y Jacob, por su tiempo, sus conocimientos y su
entrega. Son muchas las anécdotas y los momentos gratos que hemos compartido, y eso queda para siempre.
Ellos ya regresaron a España, pero la actividad continúa. En la capilla, el centro juvenil va lento, con dificultades, propias de trabajar con niños que no cuentan con apoyo de los padres o que tienen que trabajar, así que vamos a iniciar un pequeño proyecto con el colegio de primaria, y el apoyo de una psicóloga, talleres con los niños y escuela de padres. Va a ser un tiempo intenso, pero creo que necesario. En la parroquia, seguimos con la formación de catequsitas y hemos comenzado, un proyecto bonito con el grupo de la frarter (grupo de personas con capacidades diferentes) de catequesis y apoyo psicológico. En en el servicio jesuita a migrantes hemos tenido el encuentro internacional en la parroquia, 100 jóvenes de Chile, Perú y Bolivia. Pero de todo esto, os hablaré en otro momento.
Espero que el
próximo año podamos seguir Compartiendo la misión.
Un abrazo
José Adolfo
No hay comentarios:
Publicar un comentario