¡Saluuudos
compañeros!
Como siempre, ha pasado
otra vez demasiado tiempo desde la última vez que escribimos. En este tiempo,
ha sido Pascua, así que Feliz Pascua aunque con un cierto retraso.
Hoy os compartimos
un poco nuestra experiencia en una de las comunidades. La comunidad de La
Higuera. Seguro que a los que han estado por aquí les trae frescos recuerdos y
entrañables vivencias.
Subimos al Jeep y
dejamos atrás Aventura, pero no deshacemos el camino para volver a Sabaneta. Justo
al salir de Aventura tomamos el camino que nos lleva a la comunidad de La
Higuera.
La comunidad está
apenas a cuatro kilómetros de la escuela. Eso sí, bajada prácticamente sin
tregua hasta llegar al río que nos da la bienvenida a la comunidad. Casi
siempre nos vienen a la cabeza las sensaciones de nuestra primera visita:
"¡Vaya subida nos espera después!", "¿Y dónde está el puente
para cruzar el río?", "¿Seguro que la guagua pasa?", Y sobre
todo unas preguntas incómodas nos asaltaban: "¿Cómo puede ser que viva
gente en lugares tan remotos?", "¿No sería más fácil trasladarlos que
hacer tantos proyectos aquí?" Pero poco a poco fuimos entendiendo y
encontrando respuesta a aquellas preguntas: allí vive gente con su historia y
con su gente. ¿Quién se desarraiga tan rápido? Además también tienen allí sus
tierras - por más que parezcan imposibles de cultivar - y por lo tanto sus
escasas fuentes de ingresos. Ese es su lugar y lo bonito es que aunque
"pasando trabajo", la mayoría, están contentos de ser y de vivir
allí.
Al principio íbamos
y volvíamos andando, poco a poco, fuimos cogiendo confianza y ahora solemos
bajar "manejando". Esto de cruzar el río con el Jeep siempre tiene su
gracia. A pesar de que también vamos acumulando algunas anécdotas de cuando
cruzamos el río a pie en la época en que baja con más caudal. Hay que decir que
el río es algo fundamental del paisaje y de la vida de la comunidad. Allí lavan
la ropa las familias que viven más cerca, allí se bañan prácticamente todos los
que viven en la comunidad y también el río es lo que les da dolores de cabeza
cuando vienen lluvias grandes y los incomunica durante algunos días.
Llegamos. Hoy
parece que hay escuela, ya que la bandera está subida. La presencia del
profesor que da de 1º a 4º es inconstante. En la comunidad también tienen su
capilla, cada dos o tres meses suelen tener Misa, pero cada domingo no falta la
celebración de la Palabra que los tres coordinadores preparan con cuidado. Al
toque de la tambora, típico instrumento musical dominicano, la gente se acerca
para oír la Palabra de Dios y los niños también acuden para recibir la
catequesis.
Realmente nos
hicieron falta pocas visitas para ver que es una comunidad muy especial. La
Higuera debe de tener unas ochenta casas y más o menos las mismas familias. Es
la comunidad más grande de la zona y es la más viva, tanto en sentido religioso
como en sentido comunitario. Con el tiempo se ha convertido en un lugar de esos
a los que cuando llegas, casi te sientes como en casa. Probablemente tiene
mucho que ver que 22 de los estudiantes de Aventura son de La Higuera y por lo
tanto, muchas son las familias conocidas directamente y muchas otras conocidas
"pasito a pasito" y sobre todo, visita tras visita.
Y mientras
escribimos esta entrada, recordamos tanto nombres ... Magdalena, una mujer
mayor y madre de un hijo con tetraplejia ... Como quiere a su hijo y la
esperanza que tiene de que su hijo se cure! Y como cada vez que vamos a casa
nos acoge con una sonrisa y nos regala unos "guineos maduros"
(plátanos) buenísimos!
O Antonio, el
responsable de la comunidad en el ámbito religioso. Un hombre muy humilde y
trabajador, que aparte de sus cuatro hijos ha criado a dos sobrinas y ahora ve
con orgullo cómo pasan de curso en Aventura. O los abuelos de Virgilio ... una
pareja de más de 70 años, que cuidan de su nieto como si fuera su hijo ... Y no
paran de darle consejos para que algún día sea un gran hombre.
Y, qué decir de
Irda y Aquiles? Siempre que vamos con visita, la visitamos y nunca falta aquel
café que la familia ha sembrado, recogido, "pilado" y tostado. El
sabor del café siempre es especial cuando ves todo su proceso …
En todo esto, ya
debe de ser la una de la tarde ... ¿Dónde comeremos? Esto no es ningún
problema, es increíble ver la generosidad de la gente. De hecho el problema
suele ser no poder decir a todos que sí. Esta vez toca en casa de Santa. Santa,
o Grilla, como la conocen en la comunidad, es madre de 4 hijos y una sobrina
que es hija de crianza. Los dos hijos pequeños, Ariberto y Joan, son alumnos de
Aventura y aparte de esto también es una de las cocineras contratadas de la
escuela por lo que el trato es muy cercano. Viene semana sí, semana no, y ésta
no le toca trabajar, así que nos tiene preparado un "arroz con habichuela",
y mientras comemos vamos charlando de mil y una cosas. Poco a poco se va
abriendo, ya no somos dos gringos
anónimos y a medida que la confianza va aumentando, también aumenta la
sinceridad y la profundidad del compartir. Tiene 38 años y ya es abuela, esto
es muy habitual en estas comunidades. Y es una de esas personas que se cree
Aventura de pies a cabeza. Realmente damos gracias a Dios por su entrega como
madre, como comunitaria y como cocinera de la escuela.
Para salir de su casa,
obligado pasar por el patio de Niover y no nos deja marchar sin hacer un café
en su casa. Niover no tiene hijos en la escuela pero es el responsable del
proyecto de las placas solares. Desde el mes de septiembre, como ellos dirían,
están bendecidos. Todos los que han querido se han integrado al proyecto de
paneles solares que ha facilitado la ONG SurFuturo y Fundasep. Los comunitarios
pagan el 40% del coste (400 euros), y tienen seis años para volverlo. Y a
cambio el panel solar alimenta 5 bombillas y muchos más enchufes que aparatos
electrónicos tienen en las casas. Y nosotros, que como Mateo, somos los
cobradores de las cuotas, estamos viendo la seriedad en la que se lo están
tomando y lo contentos que están de haber abandonado la práctica que desde
hacía tantos años tenían que encender velas en hacerse oscuro.
También La Higuera,
como muchas comunidades, tiene el "centro de madres", unas
asociaciones sólo para mujeres en las que tratan muchos diversos temas que les
afectan. También desde hace unos años están los préstamos para vacas y muchas
mujeres de la comunidad están beneficiándose de estas iniciativas de micro -
crédito. También ellas son muy cumplidoras en los pagos. Marta conoce bien de
que se trata, este y otros asuntos. Es increíble como todos recuerdan y alaban
a Marta, que subía caminando, que nunca quería bola y que andaba con una
mochila grandísima.
Ah, esta es también
la comunidad de donde sacamos la arena para que Aventura siga creciendo a nivel
de infraestructura. Roger suele ir solo a hacer viajes de arena pero siempre
lleva dos palas, porque no han pasado dos minutos que siempre aparece alguien con
ganas de ayudar.
Ya son las 3 de la
tarde ... Tenemos que marchar hacia Aventura, nuestros "hijos"
terminan clases a las 4h de la tarde y comienza nuestro tiempo ... Pero Roger
mira el reloj y dice: tenemos tiempo de hacer un baño en la estrechura! Así
que, algunas veces, acabamos nuestra visita haciendo un baño en el río ... Tiempo
justo para llegar a las 16hs en Aventura.
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