Me ha resultado imposible
enviar estas líneas antes. Las noticias quedan atrasadas pero quiero compartir
acontecimientos y experiencias que voy viviendo.
Sí, “al pasito” como se
dice aquí, es decir, poco a poco, voy integrándome y se me van dando tareas. Muchos
acontecimientos durante el mes de junio además del final de curso en el Colegio
San Andrés, con lo que en agosto volver a empezar y casi de cero ya que en este
tiempo ha sido imposible.
Acaba el plazo de
regularización de haitianos en el país. Una familia vive próxima a mi casa, más
de treinta años en Vallejuelo. Sin documentación, ahora lo están intentando
pero creo que es demasiado tarde. Con permiso de las religiosas que vivían en
la casa para hacer y vender “frituras” en una esquina de la pared del patio.
Esto suponía humos, grasas, suciedad y personas por la calle. Alguna vecina se
ha quejado por su presencia, yo no puedo meterme ahí. Para estas fechas ya no
se cocina, no hay venta, los clientes en general eran haitianos y casi todos se
han ido o se les han llevado.
Un día me asusté porque viene
a menudo la policía de inmigración a Vallejuelo recogiendo haitianos para
retornarles a Haití. También andan por mi zona. Un domingo estaba un camión militar rodeado de
unas 30 o 40 personas que gritaban, hasta que un padre bajó del camión con un niño pequeño en brazos que lloraba, le
dejaron irse a casa en un motor (moto).
Justo enfrente de casa, Estelina, en Semana Santa me invitó a habichuelas dulces, como unos cuantos más
y me regaló alguna cebolla. Se bautizó en la Vigilia Pascual. Habla mucho, es
simpática. Cada vez que barre su zona de calle pasa a mi puerta y barre las
hojas y los papeles que el viento arrastra. Me ha invitado a dormir en su casa
cuando el marido esté en la capital. Nos hemos dado los teléfonos por si
necesitamos algo. Al principio protestaba por las frituras, ahora se la ve con la vecina; la está
animando y ayudando a legalizarse.
El tema de las hojas de
los árboles es continuo, hay que barrer todos los días si no quieres que te
“inunden” y llenar sacos y sacos. Se recogen junto a la basura. Hay quien las
quema, no es conveniente pero es muy complicado solucionarlo de otra forma.
Roger
y María, muy apañados y “manitas”, como se dice en España, vinieron a casa para
hacer pequeños arreglos. Coincidiendo con
la inauguración extraoficial y primera comida que preparaba. De lunes a viernes
las comidas son en la Casa Parroquial y los fines de semana en casa o en la de
alguna familia.
Ha sido curioso. Justo a
principios de junio me planteé si Vallejuelo era mi “sitio”. El momento
realmente no ha sido el mejor para llegar con el tema del cambio de párroco y
si era o no mi sitio lo he dudado hasta hoy,
en que escribo estas líneas. En la Eucaristía me he dado cuenta ¡por
fin! de que esta es “mi gente”, que Dios me ha puesto en Vallejuelo por alguna
razón y sea en el Colegio, en la Parroquia San Andrés o en los campos…. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad. Ha
sido un instante. “Este es mi lugar” No existe el sitio perfecto.
Quiero a esta chiquillería y eso que a veces me hacen perder la paciencia. Hemos compartido la “merienda” (bocadillo de media mañana que aquí consiste en galletas o “lonchera” o clásico taper con comida y que ellos mismos se encargaban de repartir si alguno no llevaba). Muchas horas de trabajo durante más de dos meses. Tareas, lecturas, palabras escritas y borradas, dibujos, juegos, canciones, poesías. Les gusta el bolso que me dejó mi sobrina, me le piden, me abrazan, dicen que me van a hacer una fiesta el día que me marche… ¿tan pronto ustedes quieren que me vaya? les he dicho cariñosamente.
Quiero a esta chiquillería y eso que a veces me hacen perder la paciencia. Hemos compartido la “merienda” (bocadillo de media mañana que aquí consiste en galletas o “lonchera” o clásico taper con comida y que ellos mismos se encargaban de repartir si alguno no llevaba). Muchas horas de trabajo durante más de dos meses. Tareas, lecturas, palabras escritas y borradas, dibujos, juegos, canciones, poesías. Les gusta el bolso que me dejó mi sobrina, me le piden, me abrazan, dicen que me van a hacer una fiesta el día que me marche… ¿tan pronto ustedes quieren que me vaya? les he dicho cariñosamente.
Necesitan cariño, atención… Un día, en la felicitación que hicimos para las mamás, un niño me dijo que quería escribir a la suya que la quería porque ya no le pegaba. Aquí aún se utiliza el “jarabe de correa”. Hay mucha violencia en las familias que repercute en los niños y se nota en las aulas. En algunas he visto cómo se amenazan, se pegan por cualquier cosa, gritan… incluso me he dado cuenta en el tono de voz en que hablan los profesores… Vallejuelo está invadido por la música al mayor volumen posible y a todas horas.
Con alguna carta enviada
se ha conseguido que respeten un poco los horarios de las Misas, ya que con las
puertas y ventanas abiertas se oye más la música de la calle que lo que se
habla en la iglesia a pesar de los micrófonos existentes. Estamos en el mismo
centro de la localidad, al lado del parque.
Quiero aprender a querer a
los vecinos, vayan o no a la iglesia, a los profesores, a quienes participan en
la parroquia. Sus ritmos, fortalezas y debilidades, creencias, formas de hacer,
sus rezos…
Aunque
me costó localizarla con números de fax y de teléfonos equivocados, una vez
conseguido, me dieron “bola” (me llevaron gratuitamente) y viajé a Santo
Domingo para visitar a Conchi, vallisoletana, Religiosa Adoratriz del Santísimo
Sacramento. No la veía desde hacía años tras su marcha de Miranda de Ebro donde
colaboraba en un programa de Cáritas Arciprestal. Desde entonces, se encuentra
en República Dominicana.
Fue un bonito encuentro, a
pesar de no poder pasear por la zona colonial al coincidirle una visita. Fui yo
quien me acerqué a su casa, tras preguntar varias veces, andar un “chin” (poco)
y terminar por subir a un motoconcho (taxi en moto) por el módico precio de 50
pesos (un euro más o menos) ya que todos me decían que la zona estaba lejos y era
peligrosa. Luego me enteré que está al lado del Liceo de los Salesianos y no
era para tanto.
Me presentó a las hermanas
españolas que no estaban de retiro ese día, también a una religiosa haitiana,
la Capilla, la casa de acogida, los talleres, algunas de las muchachas que allí
se encontraban junto con algunos niños… pero sobre todo fue un reencuentro del
recuerdo.
Aquella primera Comunidad
de Adoratrices que llegó a Miranda, se instaló y comenzó a trabajar. Sigue como
siempre, compartimos la comida y charlamos. Me llevó hasta la Universidad
Católica donde el Padre Franquelo estudia los sábados junto con varias profesoras del Colegio y me
recogían para trasladarme a Vallejuelo. Mientras esperábamos, hubo ocasión de
charlar con una de las muchachas que nos acompañó conociendo un poco la
situación que está viviendo… Y por supuesto, me invitó a volver cualquier otro
día, a participar con ellas en el proyecto, ir en vacaciones, incluso la
posibilidad de presentar a través de la Diócesis un proyecto a Ocasha para
pedir colaboración. La verdad que hay tarea para dar y tomar. Seguramente que
volveremos a encontrarnos…. Gracias por este día, Conchi.
Final
de curso con los niños en la “Cabeza del río”.
Un precioso lugar en el que han preparado una
piscina natural. Fuimos caminando unos treinta minutos, nos dimos un baño y
comimos los espaguetis cocinados allí con leña. Tuve ocasión de charlar con los
niños de forma distendida, cantamos,
unas risas, me decían que nunca habían ido de excursión…, otra
diferencia con nuestros chicos y chicas de España con salidas y actividades de
todo tipo… Puesto que por la tarde tenían examen, regresamos a mediodía en un
camión que transportaba ajís (pimientos pequeños) y le quedaba algún resto. Un
muchacho jugó con uno y ¡eran picantes! Terminamos en el médico con él… A pesar
de ello la experiencia fue muy positiva, habrá que repetir.
Desde la Delegación de
Misiones, la secretaria y buena amiga Maite, me comunicó la celebración del Día del
Misionero Burgalés para el 14 de junio. Aprovecho para saludar a todo el equipo, al Delegado José Manuel Madruga y al voluntariado, que junto al resto de la Diócesis hacen posible que se celebre este día, a parte de la tarea diaria en la Delegación.
Mi corazón y mi cabeza
estuvieron todo el fin de semana por la Diócesis de Burgos aunque no pude
comunicarme. Este Día del Misionero Burgalés es un día de fiesta, un día para
el encuentro con los misioneros que están por España, de recuerdo de los que
están fuera, de encuentro con las familias, con los amigos, un día de oración,
de acción de gracias, de petición, aunque poco motivado por quienes no estamos
directamente implicados en la acción misionera.
Recordaba los lugares de
celebración en los últimos años: Pancorbo, donde colaboramos algunos del equipo
de misiones del Buen Pastor de Miranda de Ebro;
Gumiel de Hizán, ya con Martinho de Delegado de Misiones con mi
testimonio sobre el trabajo que
realizábamos en el equipo de la parroquia y en Trespaderne, el año pasado, en
que Martinho aprovechó para que hablara con nuestro Arzobispo D. Francisco sobre
mi intención de formar parte de Ocasha-CcS
e ir a la Escuela de Formación Misionera, aunque no le dejé que lo
hiciera público,…
Este año, en
tierras dominicanas, sintiéndome aún casi “en prácticas” en la tarea que se me
ha encomendado, también quiero participar en ese homenaje a todos los
misioneros que entregan su vida al anuncio del Evangelio, viviendo entre los
más pobres en los cinco continentes.
En concreto me uno al
homenaje a Martinho, próximo al primer aniversario de su inesperada partida al
Cielo. Quiero dejar constancia de mi agradecimiento por su testimonio y el de
otros, especialmente los de Miranda de Ebro, Jesús Ruiz Molina, Magdalena
Caubilla, Margarita Torrecilla, Luis Rodríguez, Fidel Sancho y muchos otros
que Dios quiso, en el transcurso de los años, me fueran contagiando su inquietud
misionera.
Gracias a ti, Martinho por
tu entrega generosa en ese Brasil amado al que nos enseñaste a descubrir y
también a amar. Gracias por dejar lo
mejor de ti en cada lugar al que fuiste destinado. Gracias por tu ser
sacerdote, misionero, profeta, amigo. Gracias
por saber estar construyendo el Reino y tras dejarlo todo, salir siempre de
nuevo a anunciar el Evangelio a todos los pueblos, no solo con palabras sino
sobre todo con la vida. Gracias por saber hacer la voluntad de Dios y
comprometerte por un mundo nuevo. Gracias por seguir acompañándonos y
acompañándome en el camino de la vida. Me pasaste el testigo y aquí estoy.
Que arda en nuestros
corazones el fuego del Espíritu y en todas partes, ahí y aquí, en esta y en la
otra orilla donde el Señor nos lleve cada día, seamos luz del mundo y
sembradores de paz, de esperanza… sin importarnos la cantidad, si somos muchos
o pocos, sin quejarnos, con la ilusión y la alegría que nace de sabernos y sentirnos
salvados y amados por el Señor.
Es la hora de la misión. Que
como tú, Martinho y tantos otros, sigamos escuchando la llamada del Señor y nos
dejemos “seducir” por Él, porque “dando es como se recibe”. Y siempre “al pasito”, “al pasito”.
VoLaR...
Volar...Soñar...
Ahora estoy volando.
Parece un sueño...
Pero no,
ahí está fuera a mi izquierda
un ala de "pájaro" inmenso;
y dentro, auriculares, música,
prensa, muchos asientos vacíos y...
algún "camarero".
Ahora estoy volando.
Parece un sueño...
Pero no,
ahí está fuera a mi izquierda
un ala de "pájaro" inmenso;
y dentro, auriculares, música,
prensa, muchos asientos vacíos y...
algún "camarero".
¿Mi destino?
Sao Paulo
pasando primero por
Rio de Janeiro.
Allí quiero compartir,
vivir, luchar, esperar,
gozar... con la gente
sencilla los valores del Reino.
Sao Paulo
pasando primero por
Rio de Janeiro.
Allí quiero compartir,
vivir, luchar, esperar,
gozar... con la gente
sencilla los valores del Reino.
A mi lado llevo
una maleta para los recuerdos.
En ella hay un hueco muy grande
en el que llevo muchas personas dentro.
Sí, estás tú, y tú...
...y también tú, porque te quiero.
una maleta para los recuerdos.
En ella hay un hueco muy grande
en el que llevo muchas personas dentro.
Sí, estás tú, y tú...
...y también tú, porque te quiero.
Hoy querría volar lejos,
... muy lejos,
para soñar un mundo
sin odios, sin guerras...
sin soledades, sin hambre,
sin.......... sufrimientos.
... muy lejos,
para soñar un mundo
sin odios, sin guerras...
sin soledades, sin hambre,
sin.......... sufrimientos.
Hoy querría volar cerca,
... muy cerca
del corazón de los que conmigo llevo dentro.
Y con las "armas"
de la paz, el amor, la justicia,
y la solidaridad......
Ver nacer juntos un mundo nuevo.
... muy cerca
del corazón de los que conmigo llevo dentro.
Y con las "armas"
de la paz, el amor, la justicia,
y la solidaridad......
Ver nacer juntos un mundo nuevo.
Soñar, volar,
despertar, recordar,
..............
¿Será la vida un sueño?
despertar, recordar,
..............
¿Será la vida un sueño?
8 de enero de 1987 (En mi viaje para el
Brasil) Martinho
Gracias, Martinho y hasta luego.
Charo Corcuera García
Vallejuelo. Diócesis de San
Juan de la Maguana. República Dominicana. Junio 2015
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