miércoles, 20 de diciembre de 2017
NAVIDAD FUERA DE CASA
martes, 19 de diciembre de 2017
UN NUEVO RETO: ENSEÑAR NUESTRO IDIOMA


lunes, 4 de diciembre de 2017
VISITA DE SEGUIMIENTO Y FORTALECIMIENTO A GRUPOS DE MIGRANTES HAITIANOS
Siguiendo con las líneas de trabajo que tiene el Servicio Jesuita con Migrantes de Jimaní, donde OCASHA-CCS tiene a uno de sus misioneros, destaca el trabajo que se hace con los grupos de migrantes de las localidades de Bartolomé, Boca de Cachón, El Limón y Tierra Nueva. Cada quince días la abogada del Servicio, Lic. Rosaidy Isaura Novas Pérez, visita las comunidades para dar seguimiento y fortalecimiento a los grupos. El objetivo es empoderar a las organizaciones acerca de sus derechos para que dialoguen con las autoridades sobre la búsqueda de soluciones a las problemáticas de sus comunidades y el resultado que pretendemos es que las organizaciones de migrantes se fortalezcan institucionalmente para que incidan en la gestión de las necesidades de sus comunidades. Todo este proyecto está financiado hasta marzo del 2018 por MANOS UNIDAS.
La dinámica de las visitas es la siguiente:
Las localidades están cercanas, se tarda en llegar en camioneta desde quince minutos a media hora de Jimaní.
Los grupos de migrantes tienen una antigüedad que va de los ochos años hasta los cuatro y el número de participantes varía según la localidad, oscilando entre los sesenta y los veinte miembros.
También, a pesar de ser todos migrantes haitianos, cada comunidad tiene sus propias características y los procesos no siempre son homogéneos.
Es un trabajo lento y laborioso, donde uno de los componentes más importantes, a parte de la dedicación y la profesionalidad, es la paciencia. Lo que crees que has avanzado en un mes, luego en un día tienes que volver a recomenzar. También tenemos que lidiar con la falta de sentido de la puntualidad y con la inconstancia. Independientemente de nuestros objetivos lo que más les interesa a ellos, los migrantes, es su situación documental, y regularizada ésta pierden el interés en el grupo. Aunque siempre regresan cuando de nuevo tienen que legalizar su situación.
VISITA DE SEGUIMIENTO Y FORTALECIMIENTO A GRUPOS DE MIGRANTES HAITIANOS
Siguiendo con las líneas de trabajo que tiene el Servicio Jesuita con Migrantes de Jimaní, donde OCASHA-CCS tiene a uno de sus misioneros, destaca el trabajo que se hace con los grupos de migrantes de las localidades de Bartolomé, Boca de Cachón, El Limón y Tierra Nueva. Cada quince días la abogada del Servicio, Lic. Rosaidy Isaura Novas Pérez, visita las comunidades para dar seguimiento y fortalecimiento a los grupos. El objetivo es empoderar a las organizaciones acerca de sus derechos para que dialoguen con las autoridades sobre la búsqueda de soluciones a las problemáticas de sus comunidades y el resultado que pretendemos es que las organizaciones de migrantes se fortalezcan institucionalmente para que incidan en la gestión de las necesidades de sus comunidades. Todo este proyecto está financiado hasta marzo del 2018 por MANOS UNIDAS.
La dinámica de las visitas es la siguiente:
Las localidades están cercanas, se tarda en llegar en camioneta desde quince minutos a media hora de Jimaní.
Los grupos de migrantes tienen una antigüedad que va de los ochos años hasta los cuatro y el número de participantes varía según la localidad, oscilando entre los sesenta y los veinte miembros.
También, a pesar de ser todos migrantes haitianos, cada comunidad tiene sus propias características y los procesos no siempre son homogéneos.
Es un trabajo lento y laborioso, donde uno de los componentes más importantes, a parte de la dedicación y la profesionalidad, es la paciencia. Lo que crees que has avanzado en un mes, luego en un día tienes que volver a recomenzar. También tenemos que lidiar con la falta de sentido de la puntualidad y con la inconstancia. Independientemente de nuestros objetivos lo que más les interesa a ellos, los migrantes, es su situación documental, y regularizada ésta pierden el interés en el grupo. Aunque siempre regresan cuando de nuevo tienen que legalizar su situación.
domingo, 3 de diciembre de 2017
ACOMPAÑAMIENTO Y FORTALECIMIENTO DE GRUPOS JUVENILES
El Servicio Jesuita con Migrantes de Jimaní, donde como miembro de OCASHA-CCS estoy llevando a cabo mi labor de misionero, tiene desde el mes de abril un proyecto financiado por MANOS UNIDAS que en una de sus líneas de acción abarca los grupos juveniles que hay en la zona. Se pretende acompañar y fortalecer los grupos juveniles para que se empoderen y puedan tener una presencia real y activa dentro de su localidad.
Los grupos juveniles con los que trabajamos son: un grupo de la Iglesia Católica, otro de la Iglesia Evangélica y el grupo Jóvenes Luchando por la Paz en la Frontera (JLPF). Todos ellos son de Jimaní y están compuesto por jóvenes desde los quince años, tanto dominicanos como haitianos. El monitor que les acompaña de manera directa es mi compañero Yasmani Méndez Pérez, joven psicólogo es ciernes y natural de Jimaní.
Todas las semanas estos grupos tienen reuniones para trazar sus actividades y nosotros les acompañamos como facilitadores. Además durante estos meses hemos tenido con ellos diferentes actividades que a continuación señalaremos por orden cronológico:
- Cineforums cada dos meses.
- En Junio tuvimos un Taller de Derechos Sociales y una merienda convivencia con los padres de los jóvenes en el Moll de Jimaní.
- En Agosto junto con un Taller de Participación Social fuimos invitados a la graduación de Bachiller de la mayoría de ellos.
- En Septiembre además de un Taller de Interculturalidad tuvimos también un encuentro convivencia familiar en un balneario llamado el Dique en Duvergé.
- En Octubre las actividades fueron un Taller de Identidad, Autoestima y Proyecto Personal, así como otro Taller de Valores Familiares para los jóvenes y sus padres.
El proyecto finaliza en Marzo del 2018, todavía nos quedan muchas actividades por hacer, hemos pasado la mitad del período del proyecto y aún es pronto para poder establecer resultados definitivos, pero los jóvenes van respondiendo. Donde tenemos más carencias es en la participación de los padres. Siempre vienen los mismos, pero sonpocos y a pesar de que son muy participativos, estamos animado a los jóvenes para que involucren más a sus progenitores en este proceso de formación.
jueves, 16 de noviembre de 2017
Carlos desde Jimaní
Saludos, Familia. Soy Carlos García, sobre el papel, soy misionero de OCASHA. Pero además de eso, en esencia, soy un joven con sed de servir.
A través de este blog me gustaría que conocieseis la realidad de experimentar a Dios tal y como yo lo estoy haciendo. así que esta entrada es para explicar cuál es mi papel aquí.
Las primeras semanas fueron de inmersión. Mi compañero Juan y yo viajamos a lo largo del país, conociendo a los distintos misioneros católicos de españa (tanto de mi asociación, como de otras; laicos, sacerdotes, religiosas…) Para formar un lazo fraternal, al compartir el mismo sentir misionero. También tuvimos oportunidad de ver el trabajo de distintos centros sociales jesuitas dentro de República Dominicana, en especial en la zona fronteriza.
Esos primeros meses fueron muy difíciles. Y la dificultad no era por el clima, la comida, o las diferencias culturales (estas diferencias no son evidentes. sólo las notas en los detalles y en los matices) sino por el hecho de no tener cerca mío a mi familia, amigos, mi pueblo. La nostalgia dolía mucho, en especial en esos momentos en los que el trabajo que haces parece no tener sentido.
El tiempo fué pasando, y he visto cómo Dios no me ha abandonado en ningún momento. A través de todos los momentos de dificultad, el apoyarme en su palabra ha sido un motivo de esperanza. Ahora siento fuerzas renovadas cada día, y una alegría aún mayor si cabe que la que tenía en España. Y eso se debe a dos cosas principalmente:
Primero, cuando encuentras personas con las que compartir tu fe, tus vivencias y tus esperanzas. Con la que compartir la Eucaristía, y momentos de oración.
Segundo, cuando encuentras un sentido a la labor que estás haciendo, y puedes comprender que cada paso que das y cada día que vives es una nueva oportunidad de servir a Dios y llevar su Palabra, allí donde el Señor te ha puesto. Y he dicho sentido, que no fruto… sembramos con gozo, y los resultados se los dejamos al Espíritu.
Vivo en la ciudad de Santiago de los Caballeros. La segunda más grande de República Dominicana. No es una ciudad tal y como la conocemos en España. Aquí hay mucha inseguridad, violencia, desigualdad social y difícil acceso a cosas tan básicas como agua corriente, luz o salud en condiciones. Mi trabajo aquí es con jóvenes, y podría decirse que se divide en dos vertientes:
La parte social, donde estoy trabajando como promotor de jóvenes en el centro social CEFASA. Mi labor aquí es capacitar y dar herramientas a los jóvenes para poder analizar la realidad sociopolítica que los rodea, siempre a la luz y valores del Evangelio, y una vez comprometidos con ésta realidad, les ofrecemos alternativas para ser agentes de cambio entre sus seres queridos, compañeros de estudios y trabajo. A la larga tenemos la esperanza de conseguir un país más justo por medio de las nuevas generaciones emergentes.
La parte espiritual es más un misionero “al uso”. Visito grupos de jóvenes, capillas, iglesias y parroquias, catequesis, pastorales… acompañando a éstos en sus procesos. Un ejemplo de este trabajo sería consejero espiritual de distintos coordinadores de pastoral juvenil, y líderes de jóvenes, analizando las problemáticas sociales y espirituales a las que se enfrentan, y buscando juntos en la Palabra y por medio de oración respuesta a estas problemáticas. Es mucha responsabilidad, pero estoy maravillado y contentísimo con este aspecto de la misión.
No todo es fácil a día de hoy. Me enfrento a problemas que nunca antes imaginé tener que enfrentar (por ejemplo, dos huracanes). Aún hay cosas por mejorar en mi vida como misionero, como jóven, como cristiano: pero es un proceso y un camino que estoy haciendo.
Quiero darte las gracias por leerme. Por la oportunidad de permitirme expresar cosas para las que es muy dificil encontrar palabras. Rezo para que nuestro señor use mis buenos y malos momentos compartidos con los jóvenes dominicanos para que tú crezcas en el amor del Dios de Jesús,
Y si no es mucho pedir,.. pon a la juventud dominicana en tus oraciones. Quizá así puedas ver más adelante en el blog cómo Dios nos usa para hacer crecer su Reino.
Un abrazo.
domingo, 12 de noviembre de 2017
EN EL JARDÍN BOTÁNICO
MOVIDA JUVENIL
domingo, 5 de noviembre de 2017
EXPOSICIÓN AUDIOVISUAL “RUTAS ECOLÓGICAS” EN JIMANÍ.
Esta semana pasada los jóvenes organizaron lo que sería la muestra de todo este trabajo medioambiental: la Exposición Audiovisual RUTAS ECOLÓGICAS. Es una colección de 36 foto-murales y vídeos de sus experiencias tanto en el Lago Enriquillo (Reserva Natural de la provincia de Independencia), como en la Zona de los Hornos (Producción de Carbón), como el objetivo de sensibilizar a la población general y, especialmente, a la población estudiantil, de los efectos que el hombre causa en la Naturaleza.
La inauguración de la Exposición fue el día 31 de octubre del 2017 a las nueve de la mañana. Ha sido un éxito en afluencia de público y en realización. Los jóvenes organizadores han demostrado su compromiso y su convencimiento sobre la importancia de la preservación y cuidado de su entorno natural.
sábado, 28 de octubre de 2017
LUCHANDO CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD

lunes, 23 de octubre de 2017
FORMANDO EQUIPO EN JIMANÍ
JIMANI
domingo, 8 de octubre de 2017
JOVENES ROMPIENDO FRONTERAS





DONDE DIOS ME QUIERE
Creo que va siendo hora que sepáis cuál es mi función aquí, y cómo he vivido estos seis primeros meses en República Dominicana. La misión está siendo una oportunidad fantástica de trabajar para Dios, y lo más importante experimentar su cercanía de maneras que ni imaginaba.
Las primeras semanas fueron de inmersión. Mi compañero Juan y yo viajamos a lo largo del país, conociendo a los distintos misioneros católicos de españa (tanto de OCASHA, como de otras; laicos, sacerdotes, religiosas…) Para formar un lazo fraternal, al compartir el mismo sentir misionero. También tuvimos oportunidad de ver el trabajo de distintos centros sociales jesuitas dentro de República Dominicana, en especial en la zona fronteriza.
Esas semanas fueron muy difíciles. Y la dificultad no era por el clima, la comida, o las diferencias culturales (estas diferencias no son evidentes. sólo las notas en los detalles y en los matices) sino por el hecho de no tener cerca mío a mi familia, amigos, mi pueblo. La nostalgia dolía mucho, en especial en esos momentos en los que el trabajo que haces parece no tener sentido.
El tiempo fué pasando, y he visto cómo Dios no me ha abandonado en ningún momento. A través de todos los momentos de dificultad, el apoyarme en su palabra ha sido un motivo de esperanza. Ahora siento fuerzas renovadas cada día, y una alegría aún mayor si cabe que la que tenía en España. Y eso se debe a dos cosas principalmente:
Primero, cuando encuentras personas con las que compartir tu fe, tus vivencias y tus esperanzas. Con la que compartir la Eucaristía, y momentos de oración.Segundo, cuando encuentras un sentido a la labor que estás haciendo, y puedes comprender que cada paso que das y cada día que vives es una nueva oportunidad de servir a Dios y llevar su Palabra, allí donde el Señor te ha puesto. Y he dicho sentido, que no fruto… sembramos con gozo, y los resultados se los dejamos al Espíritu.
Vivo en la ciudad de Santiago de los Caballeros. La segunda más grande de República Dominicana. No es una ciudad tal y como la conocemos en España. Aquí hay mucha inseguridad, violencia, desigualdad social y difícil acceso a cosas tan básicas como agua corriente, luz o salud en condiciones. Mi trabajo aquí es con jóvenes, y podría decirse que se divide en dos vertientes:
La parte social, donde estoy trabajando como promotor de jóvenes en el centro social CEFASA. Mi labor aquí es capacitar y dar herramientas a los jóvenes para poder analizar la realidad sociopolítica que los rodea, siempre a la luz y valores del Evangelio, y una vez comprometidos con ésta realidad, les ofrecemos alternativas para ser agentes de cambio entre sus seres queridos, compañeros de estudios y trabajo. A la larga tenemos la esperanza de conseguir un país más justo por medio de las nuevas generaciones emergentes.
La parte espiritual es más un misionero “al uso”. Visito grupos de jóvenes, capillas, iglesias y parroquias, catequesis, pastorales… acompañando a éstos en sus procesos. Un ejemplo de este trabajo sería consejero espiritual de distintos coordinadores de pastoral juvenil, y líderes de jóvenes, analizando las problemáticas sociales y espirituales a las que se enfrentan, y buscando juntos en la Palabra y por medio de oración respuesta a estas problemáticas. Es mucha responsabilidad, pero estoy maravillado y contentísimo con este aspecto de la misión.
No todo es fácil a día de hoy. Me enfrento a problemas que nunca antes imaginé tener que enfrentar (por ejemplo, dos huracanes). Aún hay cosas por mejorar en mi vida como misionero, como jóven, como cristiano: es un proceso y un camino que estoy haciendo con muchísima ilusión. Se que estoy justa y exactamente donde debo estar. Donde el Señor me quiere.
jueves, 20 de julio de 2017
MANOS Y PIES
¿Qué os digo? Recuerdo las palabras del Sacerdote José María Rojo, Presidente del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras) “cuando pasas un mes de misión ad gentes en otro país, puedes escribir un libro. Cuando llevas un año, te verías capaz de escribir un pequeño texto. Cuando llevas toda una vida, no sabes ni qué decir.”
Esta frase se me hace totalmente real. Os podéis imaginar lo complicado que es condensar todas las experiencias, vivencias, visiones e impresiones que estoy consiguiendo. No es solo porque el lugar es distinto, es también por la manera en que me lo veo todo... voy a intentar explicarlo de todas maneras.
lunes, 17 de julio de 2017
LA ACOGIDA DE LOS SENCILLOS
Sin embargo, cada día tenemos que releer lo vivido y dar gracias, mientras el atardecer vuelve a ser un regalo de tonos rojizos, anaranjados, ese remanso de paz que alivia nuestra carga, sosiega nuestras almas y renueva nuestra ilusión.
¡Cómo quejarnos ante tantos detalles signos de tu amor!
Hace unos días, tras la caída de Ana, una señora se acercó y después de preguntarme por su salud, me introdujo en el bolsillo un sobre: “Entréguele a Anita”, me pidió. Al llegar a casa y abrirlo descubrimos un “billetito” para apoyarnos con los gastos de medicinas. Entre vergüenza y sorpresa ese pequeño gesto fue luz y aliento en nuestra debilidad.

Sonriente, nos recibe con un abrazo de esos que conmueven el corazón, nos siente compañeros en su misión y en un momento de fragilidad narra como, sin que nadie lo sepa, lucha día a día para vencer un cáncer de piel. Busca nuestro consuelo, una palabra de aliento y sin saberlo, ni pretenderlo nos da con su testimonio lecciones de vida y entrega.
Algo parecido vivimos un miércoles al terminar de dar las clases en el seminario. Un seminarista, de los que más dificultades económicas tiene, se nos acercó con una bolsita en la mano y nos dice:”le ruego que me lo acepten”, al abrir la bolsa descubrimos diez dólares y él insiste: “es para que se puedan transportar y puedan seguir viniendo a darnos clases”.
Una vez más son los que menos pueden, los que más necesitan, quienes escriben lecciones de como compartir, ser solidarios, renunciando a lo preciso con sacrificio para que todos tengan, en vez de dar las sobras.

Cuando evaluamos la tarea semanal y vemos los problemas, las dificultades, la impotencia ante tanta necesidad,… tenemos el riesgo de darle la relevancia que no merecen. En nuestra oración diaria debemos recordar que eso es la misión, sembrar amor aunque no tengamos nada ni podamos nada, luchar con alegría renovada ante la adversidad, seguros de que el amor siempre, siempre da frutos. Levantarnos una y otra vez y reírnos juntos de los contratiempos.
Cada vivencia es un abrazo, que nos susurra al oído: “gracias por venir, ya están en casa”.
Felices, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen.