Hola Compañer@s del blog de OCASHA-CCS,
En primer lugar quisiera pediros perdon en este inicio de cuaresma por tantos retrasos mios a la hora de escribir y compartir con todos vosotr@s esta experiencia de SUR que estoy viviendo. Como muchos ya sabeís el 20 de enero de este año volví a República Dominicana para seguir colaborando y acompañando a la población más vulnerable en la frontera. Esta será mi segunda experiencia misionera, con las mismas ganas, con la misma fuerza e ilusión pero con mayores problematicas que las dejadas hace apenas ahora unos meses. Os explicare un poco la situación, para que entendais y todo lo vivido en tan solo un mes de retorno:
El Viernes 23 de enero de 2015, tan solo 3 días después de volver a aterrizar en República Dominicana, esa mañana nos llama una persona para
comunicarnos que en la tarde del jueves 22 de enero se realizó una redada por
diversos barrios de Barahona y por los distritos municipales de Cachón y la
Lista (dos comunidades cercanas a Barahona y Cabral). En estas redadas,
realizadas por el Ejercito Nacional y miembros del G2, fueron detenidas varias
personas que habían realizado su solicitud ante la oficina del PNRE. En
esta misma redada fue detenido un menor de 15 años, que poseía acta de
nacimiento dominicana. Tras la detención (el día 22), fueron llevados desde la
brigada del Ejercito Nacional en Barahona hasta la fortaleza del Ejercito
Nacional en Jimaní donde estuvieron detenidos toda la noche, durmiendo en el
piso y sin que se les diera ningún tipo de alimento, para posteriormente ser
deportados a las 8 am del día 23. Familiares del niño menor de edad se
personaron en Jimaní para presentar los documentos que acreditaban la
nacionalidad del muchacho, pero las autoridades migratorias no hicieron caso
del reclamo y deportaron al muchacho.
Del mismo modo, familiares de diversos extranjeros
que habían accedido al PNRE se personaron en la frontera el día 23 de enero
junto con nosotros para enseñar los documentos de estas personas e intentar que
no fueran deportadas, pero migración no accedió alegando que ya estaba
formalizada la repatriación.
El sábado 24 de enero, y tras pedir por nuestra parte
la acogida en una casa de Haití del menor dominicano y de un trabajador
extranjero que poseía el documento del PNRE, pudimos conseguir el cruce de
frontera de estas dos personas.
Martes 27 y miércoles 28 de enero de 2015.
En la mañana del martes 27 recibimos la llamada de dos
religiosas de la congregación de las Hijas de Jesús, una institución religiosa
con más de 25 años de trabajo en República Dominicana dedicadas al campo de la
enseñanza, para comunicarnos que dos guaguas, con 33 niños escolarizados en sus
centros educativos y los padres de los menores, habían sido detenidos en un
chequeo militar por miembros del G2 y del Ejercito Nacional en Elías Piña.
Estos niños iban en dos guaguas fletadas por la Iglesia Católica para acogerse
a la Ley 169-14. Todos los niños tenían los actos notariales en mano, que
demostraban que habían nacido en territorio dominicano antes del 18 de abril de
2007, iban acompañados por sus madres y por religiosas de la iglesia católica
que explicaron a los militares el motivo del viaje (el desplazamiento
desde Elías Piña hasta San Juan de la Maguana es porque no estaba habilitada y
funcionando ninguna oficina en esta provincia, y tan solo hay 45 minutos de
viaje desde el Llano (Elías Piña) hasta San Juan de la Maguana) y les
enseñaron toda la documentación al efecto para que realizaran las comprobaciones
pertinentes. Los militares no miraron la documentación y se limitaron a retener
y posteriormente a detener a todas las personas.
La detención se produjo a las
8.30 am del día 27 de enero, fuimos repatriados ese mismo día a las 2.30 pm.
Para la repatriación, los militares entregaron a los inspectores de migración
un documento escrito en el cual se decía que todas las personas habían sido
“encontradas deambulando por las calles del municipio en situación migratoria
irregular”. Los 33 niños, sus madres, las dos religiosas y yo tuvimos que pasar toda la noche tras la
puerta fronteriza, en Haití, deportados.
A las 8 am del día 28 de
enero, una comisión de 4 personas del ministerio de interior y policía,
personados en Comendador, hicieron los tramites para permitir que todos regresaramos a territorio dominicano y se prestaron a acompañarnos hasta
la oficina de San Juan de la Maguana para que los niños/as hicieran su
solicitud conforme a lo estipulado por la ley.
Posteriormente, esa misma
delegación del ministerio de interior y policía conjuntamente con los niños/as
fueron retenidos en cada uno de los chequeos militares, haciendo que un viaje
de una hora (que es la distancia entre Comendador y San Juan) se realizara en 8
horas. Tenemos que destacar que en estas 8 horas de retenciones y
detenciones, dos chequeos militares (el del Ejercito Nacional en la
fortaleza de Comendador (más de una hora detenidos nuevamente allí por orden
del inspector del Ejercito Nacional Felipe Solís Alcántara) y el del Ejercito
Nacional en las Matas de Farfán (más de 3 horas detenidos allí por orden del
coronel Muñoz Vargas que nos comunico que se atenía a las instrucciones del
General Felipe Henríquez Molina) nos retuvieron, pese a ir acompañados de un
vehículo con cuatro miembros del Ministerio de Interior y Policía, y nos
instaron a devolver a los niños a sus casas porque no podían permitir el
paso de migrantes indocumentados y si persistíamos en nuestra intención de
llegar a San Juan seríamos nuevamente deportados.
Tras estos incidentes y gracias a
la ayuda de la comisión del Ministerio de Interior y Policía que nos
acompañaba, pudimos llegar a las 4.30 pm a San Juan de la Maguana para
inscribir a los 33 niños/as en la Ley 169-14.
Miércoles 28 de enero de 2015. En
la tarde del miércoles 28 de enero, sobre las 4.30 pm, miembros del Ejercito
Nacional pertenecientes la brigada de Barahona acompañados por personal
del G2, entraron sin autorización a las dependencias de la Gobernación
provincial, donde esta situada la oficina del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros que atiende el proceso de
regularización y el proceso de la Ley 169-14, y comenzaron a detener a
las personas que se encontraban dentro del recinto esperando turno para hacer
su solicitud ante dicha oficina. Tras la intervención de personal
del Ministerio de Interior y Policía (en concreto del jefe de la oficina del
PNRE de Barahona y de un trabajador de la misma), la pastoral social de la
Diócesis de Barahona y diversos promotores de derechos humanos de CODHA,
CEDESO, Reconoci.do y el Servicio Jesuita, se consiguió que ninguna de las
personas detenidas fuera subida al camión del Ejercito Nacional que estaba
esperando para proceder al traslado de los detenidos a la frontera para su
deportación.
Sábado 31 de enero de 20015. En la
mañana del sábado 31 de enero, el Servicio Jesuita de Jimaní tenía planificado
acudir a la oficina del Plan Nacional de Regularización de Barahona para volver
a acompañar a 16 personas a la captura de sus datos biometricos. Esas 16
personas el día anterior ya habían acudido a la oficina de Barahona, habían
sido registrados y citados para el día siguiente. A las 6 am cuando iban en una
guagua fletada por el Servicio Jesuita fueron parados en el primer chequeo
militar a la salida del puente de Jimaní por militares del Cesfront que les
comunicaron que no les podían permitir el paso. Posteriormente fuimos detenidos
y se nos condujo hasta las oficinas de migración de Jimaní para ser deportados.
Una vez en migración, el supervisor de puestos fronterizos de este organismo,
Ovidio Dotel, nos comunico a los miembros del Servicio Jesuita que estabamos
detenidos por tráfico de personas ilegales y que cuando se comprobara el caso
seríamos deportados todos, tanto los trabajadores como las personas que se
iban a acoger a la ley 169-14. Los trabajadores del Servicio Jesuita explicaron
la situación y presentaron un listado de las personas que viajaban en la
guagua, le explicaron que todas esas personas habían sido registradas en
Barahona el día anterior, comunicaron que el viaje de ese día era solo para
tomar los datos biométricos, estaba debidamente informado a la oficina del PNRE
y tenía su autorización. El jefe de la oficina del Plan nacional de
Regularización en Barahona trato en varias ocasiones de explicar la situación
al supervisor de migración, Ovidio Dotel, para solicitar nuestra liberación e
incluso envío un listado oficial de que esas personas habían sido inscritas en
la ley 169-14 el día anterior y que estaban viajando a Barahona a
petición de la propia oficina del PNRE. Esta persona de migración obvio toda
esta información alegando la siguiente afirmación: “yo solo acepto ordenes de
la Dirección General de Migración, el Ministerio hace su trabajo y migración
hace el suyo, no debe de haber injerencia, son dos órganos autónomos e
independientes”.
Estuvimos detenidos en un recinto del puesto de
migración durante casi 8 horas, hasta que tras la intervención del gobernador
de la provincia Independencia, el obispo de Barahona, la pastoral social de la
Diócesis de Barahona, el jefe de la oficina del Plan Nacional de Regularización
y personal del ministerio de Interior y Policía en Santo Domingo pudieron
aclarar la situación con el supervisor de migración de Jimaní.
Lunes 16 de febrero de 2015. Monitores
de derechos humanos del municipio de Tamayo nos informaron a las 9 pm del lunes
16 de febrero que dos jóvenes dominicanos habían sido detenidos en virtud de la
ley de migración en el municipio de Tamayo cuando se encontraban llenando el deposito
de su motor en una bomba de gasolina. En ese preciso momento los jóvenes no
llevaban su documento de identidad con ellos, por lo que miembros del
ejercito nacional que estaban realizando durante esa tarde redadas de
repatriación por los municipios de Vicente Noble y Tamayo, los detuvieron y los
subieron a ellos dos y el motor en el camión. Fueron llevados a la fortaleza
del ejercito nacional en Jimaní y encerrados con otras 30 personas en las
instalaciones del ejercito nacional para ser deportados.
Esa misma noche miembros del Servicio Jesuita se
personaron en las dependencias del Ejercito Nacional para advertir de la
situación e informar de que esos dos jóvenes son dominicanos. El mayor Mejía,
responsable del ejercito nacional en Jimaní, procedió a hacer las
comprobaciones de lugar y tras verificar la nacionalidad de las dos personas
fueron puestos en libertad.
Miércoles 18 de febrero de 2015. A
las 6 pm del miércoles 18 de febrero, recibimos una
llamada de organizaciones católicas y de defensores de DD.HH sobre detenciones
con fines de repatriación en el chequeo de Santa Helena (último chequeo militar
del Ejercito Nacional a la salida de Barahona dirección Pedernales). Del mismo
modo se nos comenta que la mayoría de esas personas fueron detenidos cuando
regresaban a sus casas (en Paraíso) después de haber realizado la inscripción
en la oficina del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en Barahona.
Teniendo conocimiento de este hecho nos personamos en
la fortaleza del Ejercito Nacional de Jimaní para dar la información pertinente
y que se hicieran las comprobaciones adecuadas para dictaminar si esas personas
habían accedido al PNRE. Realizada la comprobación resulto que de 21 personas
detenidas, 16 tenían en su poder en ese mismo instante el documento de inscripción
en el PNRE, 2 personas habían realizado su inscripción en Barahona pero los
militares y el G2 del chequeo de Santa Helena les habían sustraído sus
documentos y había un joven con cédula de identidad dominicana.
Tras la comprobación de los hechos los militares nos
tuvieron en la fortaleza desde las 7.45 pm del día 18 de febrero hasta las 8.30
am del día 19 de febrero. Las 19 personas y miembros del Servicio Jesuita
tuvimos que dormir en el suelo, acostados en el patio del recinto, al aire
libre toda la noche y no se nos ofreció absolutamente nada de comida o agua
para cenar.
A las 11 pm los militares del ejercito nacional
intentaron subir a las 19 personas en una camioneta de 5 plazas y caja para
llevarnos a Barahona, a lo que no accedimos por considerar esa solución
peligrosa y que atentaba contra la dignidad de las personas. Posteriormente
volvieron a intentarlo a las 5 am, esta vez con dos camionetas, a lo que
tampoco accedimos por considerarlo una solución desacertada que ponía en riesgo
la integridad física de las personas. A las 8.30 am se pudo llegar a una
solución digna para que las personas retornaran a sus casas.
Bueno, como veis ha sido un mes intenso el retorno a la frontera, con poco internet, con no mucho tiempo para escribir, pero con la certeza de que comprendeis mis ausencias en el blog.
En este camino seguimos teniendo Sed y Hambre de justicia, volvemos a nuestro lugar, al lado de los oprimidos y la polación más vulnerable, para juntos trabajar humildemente en la construcción del Reino.
Un fuerte abrazo
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