miércoles, 16 de enero de 2013

Semana de la Solidaridad en Jimaní


                Si que hacía tiempo que no escribíamos, ¿verdad? Pues no es por falta de cosas que compartiros porque han sido unas Navidades cargadas de mucho trabajo. Los dos trabajamos en estos días, próximamente Pedro se irá a estudiar kreyol a Haití y a mí me van a visitar mis padres por lo que preferimos trabajar en estas fechas y ahora poder tener días libres. Si os digo la verdad yo prefería seguir trabajando y no pensar mucho en la morriña que me entraba de estar con los míos en estas fechas tan señaladas. Supongo que los que ya habéis estado fuera sabéis de que sensaciones os hablo. Eso sí ha sido diferente: con otras caras, otras gentes, otras realidades,…
En el Parque tras el campeonato de fútbol urbano.
La semana pasada también tuvimos la Semana de la Solidaridad, se realiza en Jimaní próximos a la fecha del aniversario del terremoto de Haití, que el pasado día 12 hizo tres años que sucedió. Jimaní, al ser la ciudad más cercana entre las capitales de los dos países fue de las primeras en brindar su solidaridad a las víctimas. Yo reflexionaba en estos días en que la gente te cuenta, como lo vivieron, como perdieron uno, dos (y en otros casos casi todos) la familia que tenían, personas discapacitadas de algún miembro, se ven vídeos que las organizaciones y particulares realizan a tres años después y la evolución (si se le puede llamar así) del pueblo haitiano pasado unos años. A mí me cuestionó mucho, yo que en ese tiempo (ni pensando ni siquiera estar por estos lares tras unos años) vi las imágenes, colaboré en campañas de recaudación de dinero e incluso vi como poco a poco la prensa, la televisión y las personas nos olvidábamos de este país y lo que cuesta seguir adelante tras tanta destrucción.
Pero por eso también es importante ver con los ojos de la Fe, de esa en la que en este año se nos brinda a reflexionar. La Fe de un pueblo que pese a sus circunstancias tan arraigadas, a sus problemas y limitaciones, continúa trabajando por salir adelante, donde “Bon Die” está siempre presente para alabarlo, darle gracias y seguir mirando cada día a caminar. También en dominicana se trabaja por ello, son gentes solidarias por naturaleza y aunque por cuestiones culturales arraigadas les cueste ayudar al hermano haitiano, cada día nuevas iniciativas, personas y colectivos luchan por acompañarles a seguir luchando.
En estos días en los que ya se nota que vamos camino de un año acá (pero eso será otra entrada) se viven las cosas de diferentes modos, se sueña en seguir acompañando con mas conocimiento de los ritmos y el modo de hacerlo aquí, aún sabiendo que es mucho más lo que una se lleva que lo que puede aportar, en estos tiempos en los que también hay frustraciones y debilidades,… en todo eso está Dios animándonos a seguir luchando día a día por un mundo un poquito, más justo y dando gracias por cada momento vivido en esta olvidada frontera dominico haitiana.
Un besazo de los dos.
Inma.