lunes, 22 de septiembre de 2014

IMPULSANDO LA DETECCIÓN TEMPRANA

A veces no nos hacemos a la idea de lo importante que son las cosas que tenemos, porque las damos por hechas y no pensamos la relevancia que tienen. Esto nos sucede muchas veces aquí en Bolivia y una de ellas es comprobando lo vital que es poder detectar pronto los problemas en el desarrollo y más concretamente, en el caso que vamos a comentar hoy, los problemas de audición.
Poster para explicar el proyecto

Hemos conocido ya muchos niños, niñas y jóvenes que son detectados y diagnosticados de una sordera severa a los 6, 8 y 10 años. Desde que han nacido no han podido oir y eso ha hecho que tampoco hablen y a su vez, finalmente el pensamiento es lo que se ve perjudicado, pues sin lenguaje, no podemos razonar ni tener un pensamiento abstracto. Cuando vemos a esos niños o niñas, nos entra la rabia de pensar que su vida ya está determinada y su potencial totalmente desaprovechado, pues no se ha detectado a tiempo la dificultad que tenían. Nos vienen muchas preguntas sin respuestas: ¿qué sería de ellos en otro lugar del mundo?, ¿qué pasaría si hubiese tenido un buen audífono desde los 6 meses? ¿y si le hubiesen hecho un implante coclear?...pero no tenemos respuestas y por eso hemos preferido centrarnos en aquello que sí podemos y tenemos influencia directa.
Por esa razón, nos pusimos en marcha, con el equipo de Altiora, para conseguir que desde el Hospital estatal más grande de la ciudad, el Complejo Hospitalario del Viedma, al que acuden más personas de todo el departamento, y donde nacen muchos niños a diario, se hiciesen las pruebas de detección de la hipoacusia en recién nacidos.
Rueda de prensa para difundir el proyecto
Para esto hemos tenido muchas ayudas, desde médicos que han abierto las puertas a Altiora, la financiadora alemana CBM que ha hecho posible poder comprar los equipos necesarios, mi familia que los trajo hasta Bolivia y muchas personas que han ayudado para que este sueño se vaya haciendo realidad, en especial a Juan Heredia por su constancia y seguimiento del proyecto y a las Dra. Lazarte y la Lic. Ledezma, que son las encargadas de Altiora que van a diario a realizar las pruebas en el hospital.
Este es el equipo que se utiliza
Desde este mes se están haciendo las pruebas a recién nacidos, pero el objetivo no es sólo detectar, ese es el primer paso. Lo que se pretende es conseguir que los niños con baja audición o sordera, reciban los apoyos necesarios antes de los 6 meses, ya sea recibiendo unos audífonos, teniendo terapia o que su familia le hable con la lengua de señas boliviana, para que esta dificultad inicial no se agrande y tenga consecuencias nefastas para la vida de esos niñas y niños y consigan un buen sistema de comunicación que les ayude a desarrollarse adecuadamente.
Y algo muy positivo es que el Hospital pretende en un tiempo (no sabemos cuánto, claro) comprar los equipos para poder hacer ellos la detección temprana, por lo que Altiora se podría retirar a otro centro y seguir fomentando la detección temprana en Cochabamba.

lunes, 15 de septiembre de 2014

COMPARTIENDO LA MISIÓN


COMPARTIENDO LA MISIÓN

Durante los meses de julio y agosto han venido, a compartir la misión, jóvenes de la diócesis de Ciudad Real.

Siempre es un tiempo de gracia poder compartir el día a día, con aquellos que dan su tiempo, para vivir su fe y abrirse a un mundo diferente.
Se han involucrado en las diferentes actividades de la parroquia, en la catequesis, en el servicio jesuita a migrantes, en la capilla… realizando campamentos, dando charlas, y lo han hecho con mucha gratuidad. Y lo más importante, compartiendo la vida y el sentir de las personas.


Cuando uno se integra en un mundo diferente, tan distinto, tiene que aprender a desaprender, a escuchar, a compartir con las personas lo mejor de uno mismo, sentir lo maravilloso que es entregarse. Abrirse, para dialogar con los cuestionamientos que te ofrece un mundo distinto, con sus riquezas y sus pobrezas.

Es un momento de encuentro, de dejarse llevar, de sentirte parte de una misión universal de la iglesia. Para mí, un tiempo de sentirme más unido a mi diócesis y a mi iglesia de origen y de mostrar que no estamos solos, que contamos con ellos, y que ellos sientan y vean lo que hacemos, enviados por nuestra diócesis.

Desde aquí, solamente puedo dar las gracias, a la parroquia, por lo bien que los han acogido, a la delegación de misiones de Ciudad Real, especialmente a Damian, que apuesta por este intercambio de experiencias y de fe, y especialmente a Teresa, José Antonio y Jacob, por su tiempo, sus conocimientos y su entrega. Son muchas las anécdotas y los momentos gratos que hemos compartido, y eso queda para siempre.

Ellos ya regresaron a España, pero la actividad continúa. En la capilla, el centro juvenil va lento, con dificultades, propias de trabajar con niños que no cuentan con apoyo de los padres o que tienen que trabajar, así que vamos a iniciar un pequeño proyecto con el colegio de primaria, y el apoyo de una psicóloga, talleres con los niños y escuela de padres. Va a ser un tiempo intenso, pero creo que necesario. En la parroquia, seguimos con la formación de catequsitas y hemos comenzado, un proyecto bonito con el grupo de la frarter (grupo de personas con capacidades diferentes) de catequesis y apoyo psicológico. En en el servicio jesuita a migrantes hemos tenido el encuentro internacional en la parroquia, 100 jóvenes de Chile, Perú y Bolivia. Pero de todo esto, os hablaré en otro momento.


Espero que el próximo año podamos seguir Compartiendo la misión.

Un abrazo

José Adolfo