viernes, 27 de febrero de 2015

UN MES INTENSO


Hola Compañer@s del blog de OCASHA-CCS,

En primer lugar quisiera pediros perdon en este inicio de cuaresma por tantos retrasos mios a la hora de escribir y compartir con todos vosotr@s esta experiencia de SUR que estoy viviendo. Como muchos ya sabeís el 20 de enero de este año volví a República Dominicana para seguir colaborando y acompañando a la población más vulnerable en la frontera. Esta será mi segunda experiencia misionera, con las mismas ganas, con la misma fuerza e ilusión pero con mayores problematicas que las dejadas hace apenas ahora unos meses. Os explicare un poco la situación, para que entendais y todo lo vivido en tan solo un mes de retorno:
El Viernes 23 de enero de 2015, tan solo 3 días después de volver a aterrizar en República Dominicana, esa mañana nos llama una persona para comunicarnos que en la tarde del jueves 22 de enero se realizó una redada por diversos barrios de Barahona y por los distritos municipales de Cachón y la Lista (dos comunidades cercanas a Barahona y Cabral). En estas redadas, realizadas por el Ejercito Nacional y miembros del G2, fueron detenidas varias personas que habían realizado su  solicitud ante la oficina del PNRE. En esta misma redada fue detenido un menor de 15 años, que poseía acta de nacimiento dominicana. Tras la detención (el día 22), fueron llevados desde la brigada del Ejercito Nacional en Barahona hasta la fortaleza del Ejercito Nacional en Jimaní donde estuvieron detenidos toda la noche, durmiendo en el piso y sin que se les diera ningún tipo de alimento, para posteriormente ser deportados a las 8 am del día 23. Familiares del niño menor de edad se personaron en Jimaní para presentar los documentos que acreditaban la nacionalidad del muchacho, pero las autoridades migratorias no hicieron caso del reclamo y deportaron al muchacho.
Del mismo modo, familiares de diversos extranjeros que habían accedido al PNRE se personaron en la frontera el día 23 de enero junto con nosotros para enseñar los documentos de estas personas e  intentar que no fueran deportadas, pero migración no accedió  alegando que ya estaba formalizada la repatriación.
El sábado 24 de enero, y tras pedir por nuestra parte la acogida en una casa de Haití del menor dominicano y de un trabajador extranjero que poseía el documento del PNRE, pudimos conseguir el cruce de frontera de estas dos personas.
Martes 27 y miércoles 28 de enero de 2015. En la mañana del martes 27 recibimos la llamada de dos religiosas de la congregación de las Hijas de Jesús, una institución religiosa con más de 25 años de trabajo en República Dominicana dedicadas al campo de la enseñanza, para comunicarnos que dos guaguas, con 33 niños escolarizados en sus centros educativos y los padres de los menores, habían sido detenidos en un chequeo militar por miembros del G2 y del Ejercito Nacional en Elías Piña. Estos niños iban en dos guaguas fletadas por la Iglesia Católica para acogerse a la Ley 169-14. Todos los niños tenían los actos notariales en mano, que demostraban que habían nacido en territorio dominicano antes del 18 de abril de 2007, iban acompañados por sus madres y por religiosas de la iglesia católica que explicaron a los militares el motivo del viaje (el  desplazamiento desde Elías Piña hasta San Juan de la Maguana es porque no estaba habilitada y funcionando ninguna oficina en esta provincia, y tan solo hay 45 minutos de viaje desde el Llano (Elías Piña) hasta San Juan de la Maguana) y  les enseñaron toda la  documentación al efecto para que realizaran las comprobaciones pertinentes. Los militares no miraron la documentación y se limitaron a retener y posteriormente a detener a todas las personas.
La detención se produjo a las 8.30 am del día 27 de enero, fuimos repatriados ese mismo día a las 2.30 pm. Para la repatriación, los militares entregaron a los inspectores de migración un documento escrito en el cual se decía que todas las personas habían sido “encontradas deambulando por las calles del municipio en situación migratoria irregular”. Los 33 niños, sus madres, las dos religiosas y yo tuvimos que pasar toda la noche tras la puerta fronteriza, en Haití, deportados.
A las 8 am del  día 28 de enero, una comisión de 4 personas del ministerio de interior y policía, personados en Comendador, hicieron los tramites para permitir que todos regresaramos a territorio dominicano y se prestaron a acompañarnos hasta la oficina de San Juan de la Maguana para que los niños/as hicieran su solicitud conforme a lo estipulado por la ley.
Posteriormente, esa misma delegación del ministerio de interior y policía conjuntamente con los niños/as fueron retenidos en cada uno de los chequeos militares, haciendo que un viaje de una hora (que es la distancia entre Comendador y San Juan) se realizara en 8 horas. Tenemos que destacar que en estas 8 horas de retenciones y detenciones,  dos chequeos militares (el del Ejercito Nacional en la fortaleza de Comendador (más de una hora detenidos nuevamente allí por orden del inspector del Ejercito Nacional Felipe Solís Alcántara) y el del Ejercito Nacional en las Matas de Farfán (más de 3 horas detenidos allí por orden del coronel Muñoz Vargas que nos comunico que se atenía a las instrucciones del General Felipe Henríquez Molina) nos retuvieron, pese a ir acompañados de un vehículo con cuatro miembros  del Ministerio de Interior y Policía, y nos instaron a devolver a los niños  a sus casas porque no podían permitir el paso de migrantes indocumentados y si persistíamos en nuestra intención de llegar a San Juan seríamos nuevamente deportados.
Tras estos incidentes y gracias a la ayuda de la comisión del Ministerio de Interior y Policía que nos acompañaba, pudimos llegar a las 4.30 pm a San Juan de la Maguana para inscribir a los 33 niños/as en la Ley 169-14.
Miércoles 28 de enero de 2015. En la tarde del miércoles 28 de enero, sobre las 4.30 pm, miembros del Ejercito Nacional pertenecientes  la brigada de Barahona acompañados por personal del G2, entraron sin autorización a las dependencias de la Gobernación provincial, donde esta situada la oficina del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros que atiende el proceso de regularización y el proceso de la Ley 169-14, y comenzaron a detener  a las personas que se encontraban dentro del recinto esperando turno para hacer su solicitud ante dicha oficina.  Tras la intervención de personal  del Ministerio de Interior y Policía (en concreto del jefe de la oficina del PNRE de Barahona y de un trabajador de la misma), la pastoral social de la Diócesis de Barahona y diversos promotores de derechos humanos de CODHA, CEDESO, Reconoci.do y el Servicio Jesuita, se consiguió que ninguna de las personas detenidas fuera subida al camión del Ejercito Nacional que estaba esperando para proceder al traslado de los detenidos a la frontera para su deportación.
Sábado 31 de enero de 20015. En la mañana del sábado 31 de enero, el Servicio Jesuita de Jimaní tenía planificado acudir a la oficina del Plan Nacional de Regularización de Barahona para volver a acompañar a 16 personas a la captura de sus datos biometricos. Esas 16 personas el día anterior ya habían acudido a la oficina de Barahona, habían sido registrados y citados para el día siguiente. A las 6 am cuando iban en una guagua fletada por el Servicio Jesuita fueron parados en el primer chequeo militar a la salida del puente de Jimaní por militares del Cesfront que les comunicaron que no les podían permitir el paso. Posteriormente fuimos detenidos y se nos condujo hasta las oficinas de migración de Jimaní para ser deportados. Una vez en migración, el supervisor de puestos fronterizos de este organismo, Ovidio Dotel, nos comunico a los miembros del Servicio Jesuita que estabamos detenidos por tráfico de personas ilegales y que cuando se comprobara el caso seríamos deportados todos, tanto  los trabajadores como las personas que se iban a acoger a la ley 169-14. Los trabajadores del Servicio Jesuita explicaron la situación y presentaron un listado de las personas que viajaban en la guagua, le explicaron que todas esas personas habían sido registradas en Barahona el día anterior, comunicaron que el viaje de ese día era solo para tomar los datos biométricos, estaba debidamente informado a la oficina del PNRE y tenía su  autorización. El jefe de la oficina del Plan nacional de Regularización en Barahona trato en varias ocasiones de explicar la situación al supervisor de migración, Ovidio Dotel, para solicitar nuestra liberación e incluso envío un listado oficial de que esas personas habían sido inscritas en la ley 169-14 el día anterior y  que estaban viajando a Barahona a petición de la propia oficina del PNRE. Esta persona de migración obvio toda esta información alegando la siguiente afirmación: “yo solo acepto ordenes de la Dirección General de Migración, el Ministerio hace su trabajo y migración hace el suyo, no debe de haber injerencia, son dos órganos autónomos e independientes”.
Estuvimos detenidos en un recinto del puesto de migración durante casi 8 horas, hasta que tras la intervención del gobernador de la provincia Independencia, el obispo de Barahona, la pastoral social de la Diócesis de Barahona, el jefe de la oficina del Plan Nacional de Regularización y personal del ministerio de Interior y Policía en Santo Domingo pudieron aclarar la situación con el supervisor de migración de Jimaní.
Lunes 16 de febrero de 2015.  Monitores de derechos humanos del municipio de Tamayo nos informaron a las 9 pm del lunes 16 de febrero que dos jóvenes dominicanos habían sido detenidos en virtud de la ley de migración en el municipio de Tamayo cuando se encontraban llenando el deposito de su motor en una bomba de gasolina. En ese preciso momento los jóvenes no llevaban su documento de identidad con ellos, por lo que miembros del ejercito  nacional que estaban realizando durante esa tarde redadas de repatriación por los municipios de Vicente Noble y Tamayo, los detuvieron y los subieron a ellos dos y el motor en el camión. Fueron llevados a la fortaleza del ejercito nacional en Jimaní y encerrados con otras 30 personas en las instalaciones del ejercito nacional para ser deportados.
Esa misma noche miembros del Servicio Jesuita se personaron en las dependencias del Ejercito Nacional para advertir de la situación e informar de que esos dos jóvenes son dominicanos. El mayor Mejía, responsable del ejercito nacional en Jimaní, procedió a hacer las comprobaciones de lugar y tras verificar la nacionalidad de las dos personas fueron puestos en libertad.
Miércoles 18 de febrero de 2015. A las 6 pm del miércoles 18 de febrero, recibimos una llamada de organizaciones católicas y de defensores de DD.HH sobre detenciones con fines de repatriación en el chequeo de Santa Helena (último chequeo militar del Ejercito Nacional a la salida de Barahona dirección Pedernales). Del mismo modo se nos comenta que la mayoría de esas personas fueron detenidos cuando regresaban a sus casas (en Paraíso) después de haber realizado la inscripción en la oficina del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en Barahona.
Teniendo conocimiento de este hecho nos personamos en la fortaleza del Ejercito Nacional de Jimaní para dar la información pertinente y que se hicieran las comprobaciones adecuadas para dictaminar si esas personas habían accedido al PNRE. Realizada la comprobación resulto que de 21 personas detenidas, 16 tenían en su poder en ese mismo instante el documento de inscripción en el PNRE, 2 personas habían realizado su inscripción en Barahona pero los militares y el G2 del chequeo de Santa  Helena les habían sustraído sus documentos y había un joven con cédula de identidad dominicana.
Tras la comprobación de los hechos los militares nos tuvieron en la fortaleza desde las 7.45 pm del día 18 de febrero hasta las 8.30 am del día 19 de febrero. Las 19 personas y miembros del Servicio Jesuita tuvimos que dormir en el suelo, acostados en el patio del recinto, al aire libre toda la noche y no se nos ofreció absolutamente nada de comida o agua para cenar.
A las 11 pm los militares del ejercito nacional intentaron subir a las 19 personas en una camioneta de 5 plazas y caja para llevarnos a Barahona, a lo que no accedimos por considerar esa solución peligrosa y que atentaba contra la dignidad de las personas. Posteriormente volvieron a intentarlo a las 5 am, esta vez con dos camionetas, a lo que tampoco accedimos por considerarlo una solución desacertada que ponía en riesgo la integridad física de las personas. A las 8.30 am se pudo llegar a una solución digna para que las personas retornaran a sus casas.
Bueno, como veis ha sido un mes intenso el retorno a la frontera, con poco internet, con no mucho tiempo para escribir, pero con la certeza de que comprendeis mis ausencias en el blog.
En este camino seguimos teniendo Sed y Hambre de justicia, volvemos a nuestro lugar, al lado de los oprimidos y la polación más vulnerable, para juntos trabajar humildemente en la construcción del Reino.
Un fuerte abrazo

miércoles, 18 de febrero de 2015

Tiempo de despedidas


Queridas y queridos amig@s,


Llevo tiempo queriendo hacer una entrada para contar como estoy viviendo el final de mi compromiso, así que disculpad que antes no lo haya hecho, faltaba tiempo, inspiración y por qué no decirlo ánimo para poner palabras a lo que estoy viviendo. Imagino que ya algunos de vosotros sabéis a qué me refiero.


Para hablar de este final de proyecto inevitablemente me lleva a pensar en el inicio, en cómo conocí  Ocasha, en los encuentros de otoño, en el tiempo de discernimiento, en las jornadas, en la convivencia en la casa, en tantos momentos vividos, tantas personas que me acompañaron estando allá, tantos compañeros y compañeras que nos dieron ese testimonio de vida en el Sur,… ciertamente muchas son las frases, palabras, emociones y sensaciones de ese tiempo.


Tras estos tres años cada una de ellas han cobrado vida, como todos y todas diré que cada persona es un mundo y yo pensaba al venir que mi proyecto sería por tres años en Jimaní, en la frontera dominico-haitiana compartiendo la vida y acompañando a la vez de ser acompañada. Me siento muy feliz de decir que Dios siempre nos guarda cosas mejores, que hay que abandonarse a Su Voluntad, porque solo así se da fruto, solo así se llega a tener la experiencia de Fe como la que yo he vivido (y estoy viviendo).


Ya sabéis la cantidad de cambios, vivencias, peripecias, … que he vivido, siempre (excepto en los últimos meses) las he compartido, Jimaní, Pedernales, Santo Domingo... Ahora me siento con muchas emociones encontradas, el deseo de seguir acá, pero con motivos también para regresar, la nueva etapa que entra en mi nueva familia, la vida que nos pueda esperar en España, donde ya no la siento igual y donde el Caribe ha hecho mella en mi persona, porque ciertamente solo tengo una certeza y es la de que no soy la misma persona que salió hace tres años de allá. Esta isla me ha cambiado, sus gentes, su hospitalidad, su Fe y confianza en Dios, tantos y tantos nombres y rostros que llevo en el corazón y que me han aportado a ser lo que soy ahora.


Solo espero poder seguir viviendo esa misión a la que Papá Dios me llama, nos llama como familia, de regreso allá, seguir sumando, seguir acompañando la vida en comunidad en la iglesia que amo y que sé que ahora está en construcción y precisa de nosotros como obreros, Dios nos irá acompañando como hasta ahora ha hecho, porque como bien dice la frase: “Dios no elige a los capacitados, capacita a los que elige” así lo siento, así lo vivo y así espero poder trasmitirlo allá donde El me envíe.


Gracias de antemano por tener este espacio de poder compartir la experiencia, ahora la compartiré en vivo y en directo con las compañeras y compañeros de Ocasha Castilla La Mancha, con los que coincidamos en “la casa de ocasha”,en la nueva comunidad parroquial y diocesana, … Gracias.


Tengo que decir que en cuanto a mi proyecto de año y medio en la Pastoral Materno Infantil, me siento feliz con la continuidad de mis aportes. Se ha contratado a una persona local, muy bien preparada y que no me cabe duda que va a hacer un trabajo excelente, eso me ha llenado mucho de alegría. También en la Pastoral Familiar que acompañábamos, se ha quedado un equipo muy interesante donde seguirán compartiendo el acompañar a las familias de la parroquia, porque ahí si que hemos aprendido y nos han enseñado mucho  ¡Por eso me siento feliz, de sentir que he podido dejar parte de mis dones al servicio, que Dios nos hace sembradores y no siempre se ven los frutos, pero que en mi caso, por lo menos en este año y medio, si me ha regalado el ver que he podido sumar, que me han sumado mucho, y que he tenido una comunidad donde el trabajo y la Fe se vivía y compartía, eso si que es un regalo¡¡


Nos vemos ya por España, ya con mi pancita de cinco meses, con Vicente encantado de conocer y participar también de la vida de la asociación y a punto de aterrizar en Valdepeñas, donde ya tenéis vuestra casa, y donde ya están invitados e invitadas a compartir una banderita dominicana.


Siempre a la orden, Inma.

lunes, 16 de febrero de 2015

UNA IGLESIA ENCARNADA



Una IGLESIA ENCARNADA. Recordamos perfectamente la impresión que tuvimos el primer día que llegamos al obispado. ¡Uala, si esto más que un obispado parece una constructora! Sin más lectura, nuestros ojos estaban acostumbrados a palacios bonitos, coches nuevos, entradas un poco señoriales, carteles que anuncian la vicaría de economía, la administración, la vicaría judicial, despacho del Sr. Obispo, vicaría de pastoral, ... Y lo que nos encontrábamos era un espacio para los tubos de PVC, camionetas 4 × 4 acostumbradas a trabajos físicos, incontables inodoros, carteles que decían: departamento de transportación, vicaría de pastoral, departamento de educación, departamento de canalización de agua, departamento de recursos naturales, Protecho, Sr. Obispo, ...



La iglesia es una sola, pero la gente a la que sirve tiene unas necesidades muy diferentes. Diríamos que aquí son necesidades más vitales, por eso aquí la iglesia asume cosas que en nuestra tierra o bien ya no son problema o bien, está bastante claro que es el estado quien las asume. Aquí mientras se hace camino en esa dirección, la iglesia trata de aliviar tantas cargas y sufrimientos que tienen las personas, familias y comunidades.

UNA IGLESIA ORGANIZADA. Algún santo decía que no se trataba sólo de hacer el bien, sino de hacer bien, el bien. Hacer el bien claro que es deseable, pero si organizándonos conseguimos que este bien se multiplique, entonces es mucho mejor. En eso nos han hecho pensar dos de las actividades que hemos tenido las dos últimas semanas.



Hace tres semanas había reunión del Consejo Diocesano de Pastoral. Algo que nos encanta de cómo trabajan es que la diócesis tiene mucho peso. La diócesis es quien marca el plan pastoral, la organización que hay en cada parroquia, ... Y en cada parroquia se concretan estas líneas que entre todos han consensuado. De hecho, todo queda enmarcado en los famosos "Cuatro Asuntos": Asuntos sociales, Asuntos religiosos, Asuntos familiares y Asuntos juvenil-vocacionales. La diócesis tiene su responsable de cada asunto, a la vez cada parroquia tiene los responsables de cada asunto, y dentro de cada parroquia cada comunidad-barrio tiene sus responsables de asuntos. Claro que la historia no siempre transcurre como el papel marca, pero en muy buena medida se sigue esta propuesta organizativa.


La otra actividad es de hace dos sábados donde tuvo lugar la jornada de programación de nuestra parroquia. Alrededor de 50 personas nos juntamos la tarde del domingo para programar el año a nivel de parroquia. Una buena tarde para analizar más serenamente las necesidades y prioridades de la gente de las comunidades de la parroquia. Una gozada, la implicación y la fe de cada uno de los responsables. 

Una iglesia BENDECIDA. Desde no sabemos cuándo, se ha ido haciendo famosa en la diócesis una frase: ¿Cómo están ustedes? Y todo el mundo responde: Bendecidos por el Señor. El sábado pasado fuimos a Higüey. Un día bien cansado, pero que no deja de ser un día muy significativo para la diócesis y es que unas 5.000 personas de las 35 parroquias que hay, se desplazan para pedirle a "la Madre" que interceda por la diócesis y nos ayude a llevar a cabo todos los proyectos pastorales que para este año nos planteamos.



Finalmente una bendición para Aventura. Y es que la semana pasada y por sorpresa, se presentó una camioneta cargada con ocho paneles solares. Esto es un gran avance para la escuela ya que hasta ahora teníamos sólo dos pequeños paneles y teníamos que poner en marcha cada noche un grupo electrógeno - que aunque era una bendición - no dejaba de hacer ruido, contaminar y gastar combustible.