martes, 21 de abril de 2020

Viviendo el confinamiento desde Cochabamba

Querida familia, en estos momentos en que Casa Compartida parece que por fin dijo -  ¡Basta!, queremos compartir nuestro día a día en la misión, que quizás no varió mucho en la forma, pero sí en el sentido profundo de la misma.


Como familia misionera, podemos decir que estos tiempos nos han ayudado a compartir miedos y dudas que no hubieran surgido de no ser por la pandemia, sabemos que si enfermamos ir al hospital será complicado o imposible, por lo tanto, cuidarnos es muy importante, comer fruta, verduras, limonada, propóleo o hechinacea, hacer deporte,… ahora no es una opción, se convierte en rutina. No somos exagerados, en Bolivia y concretamente en Cochabamba los servicios de salud públicos viven colapsados y los privados no quieren atender casos de Cov19, incluso la población tiene comportamientos xenófobos con personal sanitario y enfermos, en cierta manera evitar ir al hospital es importante.


Actualmente  vivimos en la Asociación Creamos, un hogar de niños y niñas de 0 a 6 años, lo que significa que compartimos el confinamiento con ellos, las mamis, cocinera y  personal de limpieza. Nuestra misión consiste en hacer la vida más alegre, divertida y amena a los niños y más sencilla y liviana a las trabajadoras que ahora hacen turnos mucho más largos para evitar desplazamientos. Ayudar en todo lo necesario es la consigna.

Nuestros hijos  Cèlia y Damià están aprendiendo a ser hermanos mayores, jugar, ayudar a dar de comer, llevarlos al baño,.. Nosotros podemos descubrir de primera mano  el compromiso y la entrega de estas mujeres excepcionales que cada día dan a estos niños amor, educación, valores... con una alegría envidiable. También es tiempo de establecer relaciones entrañables, de compartir miedos y dudas, esperanzas y la  Fe que nos viene de diferentes creencias, desde la fraternidad, ¡nada más hermoso!, ¿hay alguna riqueza mayor?

Salimos sólo cuando es necesario, a por medicinas o víveres, a llevar y traer trabajadoras,..Estamos en el lugar que hemos decidido estar, sentimos muy profundamente nuestra vocación de servicio a los más necesitados, los niños, nos estamos reconstruyendo de nuevo, esperemos sea tiempo de llenarnos de Paz y Amor para regalarlo allá donde sea necesario.

Familia Ferreiro Belenguer.
Bendita sea la Pascua y lo que con ella recibimos