jueves, 27 de febrero de 2014

Quisqueya

El próximo día 27 se celebra en República Dominicana el Día de la Independencia, un día grande para todas y todos los dominicanos, día para sentirse orgulloso de una nación libre, independiente y soberana, donde su Escudo cuenta con tres palabras claves: Dios, Patria y Libertad… En fin ciertamente tenían razón nuestros compañeros misioneros que estuvieron en este país antes que nosotros, el conocer la historia os permitirá entender el sentir de las personas.
Pero no es por ahí por donde quería yo ir, que esto daría para mucho¡¡ Es para haceros participes de el nuevo reto que en las Pastoral Materno infantil estamos trabajando. Y es que el Gobierno ha creado un plan llamado “Quisqueya sin Miseria” que tendrá como componentes fundamentales los programas:  Quisqueya Aprende Contigo (para personas iletradas, analfabetas), Quisqueya Empieza Contigo (protección y desarrollo integral de la niñez) y Quisqueya Somos Todos (Sobre la gobernailidad y el desarrollo local).
Como supondréis estamos dentro del programa “Quiqueya aprende contigo”, ayer mismo estuvimos en el lanzamiento de dicho programa en Santo Domingo, donde en los barrios mas empobrecidos de los margenes del río, se van a estar instalando Estancias Infantiles para la atención de las gestantes en alto riesgo y las familias con niños de 0 a 5 años. La Pastoral tiene mucha experiencia y la verdad estamos muy volcados en este proyecto, en estas políticas sociales que ciertamente son tan precisas en el país.
Yo ayer en dicho acto, mientras mi ocupar la cabeza en otras cosas que no sea oír a políticos decir lo bien que lo hacen, se me fue los pensamientos a tres palabras que se repetían una y otra vez:
·        Integral, por fin se pretende trabajar desde todas los espacios que ocupan la persona humana, y mucho mas en los primeros años de vida, que son los mas importantes, pero no solo con los niños, sino también con las familias, núcleo base de desarrollo y tan variada, que ella misma genera lo que precisamos todos al llegar a esta vida, amor, protección, dedicación,servicio entrega, valores… ¡si! por fin la palabra integral se llena de contenido y se hacen programas, que a priori, van a ser transformadores para las personas.
·        Miseria: les dejo lo que la RAE define: (Del lat. miserĭa). 1. f. Desgracia, trabajo, infortunio. 2. f. Estrechez, falta de lo necesario para el sustento o para otra cosa, pobreza extremada. Pues si, para mi tiene connotaciones tan malas que me choca mucho que el plan donde se enmarca dichos proyectos para las personas se llame así.
Para mi, es como decir que toda Quisqueya (Rep. Dominicana) es empobrecida, que no tienen nada por donde salir, que están al final de la lista en riquezas,desarrollo y tecnología… No sé si es porque ya me siento de acá, que me duele esa idea. Me duele cuando veo la alegría de esta gente, pese a las adversidades, cuando veo que de lo mucho o poco que tienen, siempre hay un chin (poco) para el que llega a su casa, me duele que no se valore a la juventud que quiere lo mejor para su país, … en fin no creo que este país sea pobre, lo que le falta es darse cuenta que tiene mucho por hacer y que se puede.
En estos días, además acompañando a los técnicos en su trabajo de planificación, organización y rentabilidad de recursos me daba mucha cuenta de ello, como en todos los lugares tenemos de todo un poco, pero ciertamente en esta isla tienen que empezar a verse con mejores ojos, falta analizar mas el “Ama al prójimo como a ti mismo”

Y es que Quisqueya tiene mucho que dar, tiene mucho potencial y aquí hay mucho por dar, pero desde luego se recibe mucho mas de lo que una pueda imaginar.
Un besazo, 
Inma.

viernes, 21 de febrero de 2014

Haití sigue esperando su reconstrucción


Hola compañer@s,

Los pasados días 16,17 y 18 de febrero acudí a una reunión sobre cambio climático y su afectación para Haití y Republica Dominicana que se celebraba en Puerto Príncipe. Os debo de confesar que me resultaba muy ilusionante la idea de ir a la capital de Haití, que aunque estando solamente a dos horas y media de distancia en guagua pública de Jimaní todavía no había tenido la posibilidad de visitar después de dos años en la frontera.

Fueron dos conchos y cuatro guaguas públicas las que tuve que coger para recorrer la distancia que me separaba de Puerto Príncipe, pero así quería verlo, desde los carritos públicos, con la gente, paseando por sus calles, con el miedo a montarme en una guagua que me alejara de mi destino final pero alegre por tratar de hacerme uno más con la gente.

Con cierto miedo a lo desconocido, a la inseguridad ciudadana de la que tanto se habla pero con una ilusión capaz de mover montañas llegue a la capital haitiana. Nada más poner pie en tierra, después de observar con detalle cada calle, cada edificio, cada casa y de mirar a los ojos de las personas con las que me cruzaba, me embargo un sentimiento de profunda inquietud, no solo con respecto a la capacidad de las instituciones públicas a responder a las demandas sociales sino también por el poco compromiso de estas en la política de reconstrucción del país. Suena dura la anterior afirmación que he realizado pero estoy en el Blog de OCASHA y creo que puedo expresar semejante opinión con toda la sinceridad que sentí en ese momento.

La destrucción causada por el terremoto del 12 de enero de 2010, mató a más de 250,000 personas, más de un millón quedaron sin hogar, 42 edificios públicos fueron destruidos y por desgracia, según mi apreciación, la profunda herida que sufrió el país está aún muy presente en Puerto Príncipe, la capital del país más pobre del continente americano. Actualmente cerca de 200,000 personas siguen viviendo en condiciones precarias en albergues temporales, y se quejan de haber recibido poca ayuda desde que las organizaciones no gubernamentales dejaron de ocuparse de su situación. El gobierno, en una acción de lavado de imagen para hacer creer al mundo que trabajan sin descanso y tienen el centro de la capital “limpio”, ha llevado una política de desalojos forzados trasladando los campos de refugiados existentes en las principales calles de la ciudad a las afueras de esta para que sean menos visibles a luces y taquígrafos.



Mientras tanto el primer ministro haitiano con
stantemente lanza llamados a la comunidad internacional para que entregue la ayuda prometida por cerca de 9,000 millones de dólares alegando que “si la comunidad internacional hubiera honrado su compromiso, hubiéramos podido lograr diez veces más de lo que hemos hecho”, “debemos lograr que la comunidad internacional tome conciencia de la situación, aunque debemos de decir que hoy Haití se encuentra en mejores condiciones que hace cuatro años, aun cuando falta mucho por hacer”.

Mi sensación es que una parte importante del dinero, según he leído cerca de un 42%, fue dedicada a aliviar la emergencia luego del terremoto, y no a la reconstrucción. La inestabilidad política que siempre tienen los gobiernos en Haití también ha desviado la atención de los proyectos de reconstrucción. La sensación después de tres días recorriendo Puerto Príncipe a pie y en carrito público, con ciertos miedos pero con gran ilusión y con un Kreyol básico de andar por casa, es que cuatro años después todavía hay retos significativos para que Haití siga en el camino hacia la reconstrucción. Unas 817.000 personas aún requieren asistencia humanitaria, datos de Naciones Unidas, debido a las precarias condiciones de vida y al alto riesgo de ser desalojadas forzosamente de los 306 campos de desplazados restantes que aún quedan en la ciudad. Asimismo, la inseguridad alimentaria, los altos niveles de desnutrición y la persistencia del cólera hacen que la población siga dependiendo de la ayuda humanitaria. Concretamente el cólera supone una grave crisis de salud pública, ya que Haití registra la mitad de los casos sospechosos de cólera en todo el mundo.


domingo, 9 de febrero de 2014

EDUCACIÓN EN BOLIVIA

Desde la mitad de enero estamos comenzando nuestro día a día, retomando de nuevo nuestras responsabilidades y cogiendo el ritmo y los horarios, porque en esta parte del mundo, es ahora cuando comienza el curso escolar.

En el Preefa estamos ayudando a los profes a construir el proyecto curricular, ya que el Ministerio ha puesto unos mínimos, que no responden a las necesidades de esta población. La nueva ley educativa asienta unas bases filosóficas y pedagógicas muy interesantes, donde potencian la interculturalidad, recuperan el valor de lo indígena y se fomenta la "descolonización", pero de la teoría a la práctica hay un gran trecho...
Niño del Preefa trabajando en el aula
A los profes les cuesta mucho entender la ley, cumplir con las programaciones que piden y cambiar su estilo educativo. Pasar de tener a los niños todo el día copiando a conseguir que tengan un pensamiento crítico y reflexivo, es un salto abismal, que no va a ser fácil.

Y a todo esto, si le unes que estamos educando a niños y niñas con discapacidad intelectual, donde no les puedes enseñar sólo conocimientos académicos, sino que tienes que conseguir que se sepan manejar en el mundo, con todo lo que implica, pues la dificultad es mayor aún.

Queremos que en el Preefa los estudiantes puedan aprender a defender sus derechos, a elegir lo que quieren, a ser autónomos e independientes, que sepan manejar la plata, subirse a un trufi y en un futuro tener un trabajo digno con el que aportar en su casa. Y todo esto no lo conseguiremos enseñándoles las vocales durante años y años, insistiendo con la misma metodología, sin tener resultados, pensando que el problema está en ellos y no en lo que como profesores hacemos nosotros...

Salteñada con los profes
Por esta razón, vamos a tener un mes de reuniones con los profes, reflexionando y preparando los contenidos que queremos enseñar en el PREEFA. Vemos que están ilusionados por tener nuestro propio plan, que nos identifique, así es que estamos también nosotros muy contentos de poder impulsar este trabajo y acompañarles para ponerlo en práctica.

Además, esto repercutirá también en Mururata, el colegio de educación especial de El Alto, que pusieron en marcha Pedro y Elena, miembros también de Ocasha-CCS, porque lo socializaremos con ellos y les ayudaremos a que también se pueda implementar allí.
Con estas ilusiones y novedades os dejamos. Ya os iremos contando más en las próximas entradas... un beso desde Cochabamba

martes, 4 de febrero de 2014

SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR

Estos días han sido de planificar, de evaluar, de revisar, de proyectarse…

Si tuviese que hacer un balance de este primer año, en líneas generales diría que ha sido positivo, en unos aspectos más que en otros, como no podía ser de otra manera. Si me tuviese que quedar con lo que más me ha llenado, creo que sería el trabajo pastoral en la capilla. Llegué a una capillla, donde tuvimos que comenzar prácticamente de cero, levantar el muro, hacer los baños, acondicionar una sala y una cocina y donde no había prácticamente ninguna actividad. Pro para r el primer año, hemos tenido 35 niños y adolescentes en diferentes pastorales, catequesis, vacaciones de verano, vacaciones de invierno, diferentes talleres, etc. 

Pero el camino es largo y queda mucho por hacer, consolidar una comunidad a la que ahora mismo no acude ninguna persona mayor, donde no hemos conseguido celebrar regularmente misas los domingos y donde los niños acuden solos, ahí está la misión; además de tener que implementar mínimamente la capilla, no hay bancos, ni cuadros, ni ornamentos... Pero los niños son fieles, hemos conseguido que sea la capilla un lugar de referencia para ellos, donde vienen a jugar, divertirse, compartir y conocer la palabra de Dios.

De la proyección para el próximo año, algunas cosas han cambiado, ya no contamos con todos los agentes pastorales, pero tenemos mucha ilusión y ganas de ofrecer lo mejor de nosotros. Más o menos quedaría así el trabajo para el próximo año:

En la capilla, seguiría como responsable, con lo que implica: catequesis, celebraciones, actividades, etc.


En la pastoral parroquial, centrarme más en la atención de catequistas, intentando consolidar un grupo, que no solamente sean catequistas, sino que asuman como prioridad la misión en una parroquia que lo necesita y la labor como laicos; y en el trabajo con jóvenes, formación, convivencias, retiros…

En la parte “más social”, (aunque la pastoral aquí es social), hemos creado un nuevo proyecto “Aportes para la convivencia intercultural”, desde el Servicio Jesuita al Migrante. Con este proyecto pretendemos abarcar a niños, adolescentes y jóvenes. Los niños a través del centro de apoyo pedagógico, los adolescentes a través del centro juvenil y los jóvenes con talleres en los colegios y la participación el programa Rompiendo Fronteras. Tendremos tiempo en el año de ir hablando más del proyecto y lo que la inmigración significa en El Alto)

De los tres yo trabajaría más con adolescentes, que se atenderían en el centro que abriríamos en la capilla que acompaño, dos o tres días a la semana con talleres de valores, baile, teatro, deporte, artes plásticas y con la construcción de un invernadero,  para trabajar el tema de salud, nutrición e higiene.

Y los jóvenes con talleres en los colegios, sobre valores interculturales y colaborando en el programa Rompiendo Fronteras, que trabaja también en Arica (Chile) y Tacna (Perú).

Como veis los retos son tantos como la ilusión y ganas de poder ofrecer lo mejor de nosotros mismos, de ir cada día sembrando.

El pasaje que va a iluminar et trabajo es “Salió el sembrador a sembrar”, como alguien me ha dicho últimamente, 
Capilla Virgen del Carmen
muy acertadamente, no es tiempo de cosecha sino de sembrar, y cuando uno siembra, no debe preocuparse de nada más, Salió el sembrador a sembrar… siempre que escucho esta frase, me imagino al sembrador esparciendo la semilla sin preocuparse de nada más, a él le toca sembrar ahora, ya llegará el tiempo de preocuparse por la cosecha. La actividad de sembrar es presente y no es ideología, sino vida al estilo de Jesús, y el fruto no se va a ser lo que hablemos, ni ideologicemos, sino la VIDA QUE SEMBREMOS. Otros tendrán que cosechar.

Hasta la próxima

José Adolfo