martes, 5 de mayo de 2015

COMUNIDAD: LA HIGUERA

¡Saluuudos compañeros!

Como siempre, ha pasado otra vez demasiado tiempo desde la última vez que escribimos. En este tiempo, ha sido Pascua, así que Feliz Pascua aunque con un cierto retraso. 

Hoy os compartimos un poco nuestra experiencia en una de las comunidades. La comunidad de La Higuera. Seguro que a los que han estado por aquí les trae frescos recuerdos y entrañables vivencias. 


Subimos al Jeep y dejamos atrás Aventura, pero no deshacemos el camino para volver a Sabaneta. Justo al salir de Aventura tomamos el camino que nos lleva a la comunidad de La Higuera.

La comunidad está apenas a cuatro kilómetros de la escuela. Eso sí, bajada prácticamente sin tregua hasta llegar al río que nos da la bienvenida a la comunidad. Casi siempre nos vienen a la cabeza las sensaciones de nuestra primera visita: "¡Vaya subida nos espera después!", "¿Y dónde está el puente para cruzar el río?", "¿Seguro que la guagua pasa?", Y sobre todo unas preguntas incómodas nos asaltaban: "¿Cómo puede ser que viva gente en lugares tan remotos?", "¿No sería más fácil trasladarlos que hacer tantos proyectos aquí?" Pero poco a poco fuimos entendiendo y encontrando respuesta a aquellas preguntas: allí vive gente con su historia y con su gente. ¿Quién se desarraiga tan rápido? Además también tienen allí sus tierras - por más que parezcan imposibles de cultivar - y por lo tanto sus escasas fuentes de ingresos. Ese es su lugar y lo bonito es que aunque "pasando trabajo", la mayoría, están contentos de ser y de vivir allí.

Al principio íbamos y volvíamos andando, poco a poco, fuimos cogiendo confianza y ahora solemos bajar "manejando". Esto de cruzar el río con el Jeep siempre tiene su gracia. A pesar de que también vamos acumulando algunas anécdotas de cuando cruzamos el río a pie en la época en que baja con más caudal. Hay que decir que el río es algo fundamental del paisaje y de la vida de la comunidad. Allí lavan la ropa las familias que viven más cerca, allí se bañan prácticamente todos los que viven en la comunidad y también el río es lo que les da dolores de cabeza cuando vienen lluvias grandes y los incomunica durante algunos días.

Llegamos. Hoy parece que hay escuela, ya que la bandera está subida. La presencia del profesor que da de 1º a 4º es inconstante. En la comunidad también tienen su capilla, cada dos o tres meses suelen tener Misa, pero cada domingo no falta la celebración de la Palabra que los tres coordinadores preparan con cuidado. Al toque de la tambora, típico instrumento musical dominicano, la gente se acerca para oír la Palabra de Dios y los niños también acuden para recibir la catequesis.



Realmente nos hicieron falta pocas visitas para ver que es una comunidad muy especial. La Higuera debe de tener unas ochenta casas y más o menos las mismas familias. Es la comunidad más grande de la zona y es la más viva, tanto en sentido religioso como en sentido comunitario. Con el tiempo se ha convertido en un lugar de esos a los que cuando llegas, casi te sientes como en casa. Probablemente tiene mucho que ver que 22 de los estudiantes de Aventura son de La Higuera y por lo tanto, muchas son las familias conocidas directamente y muchas otras conocidas "pasito a pasito" y sobre todo, visita tras visita.

Y mientras escribimos esta entrada, recordamos tanto nombres ... Magdalena, una mujer mayor y madre de un hijo con tetraplejia ... Como quiere a su hijo y la esperanza que tiene de que su hijo se cure! Y como cada vez que vamos a casa nos acoge con una sonrisa y nos regala unos "guineos maduros" (plátanos) buenísimos!

O Antonio, el responsable de la comunidad en el ámbito religioso. Un hombre muy humilde y trabajador, que aparte de sus cuatro hijos ha criado a dos sobrinas y ahora ve con orgullo cómo pasan de curso en Aventura. O los abuelos de Virgilio ... una pareja de más de 70 años, que cuidan de su nieto como si fuera su hijo ... Y no paran de darle consejos para que algún día sea un gran hombre.

Y, qué decir de Irda y Aquiles? Siempre que vamos con visita, la visitamos y nunca falta aquel café que la familia ha sembrado, recogido, "pilado" y tostado. El sabor del café siempre es especial cuando ves todo su proceso …

En todo esto, ya debe de ser la una de la tarde ... ¿Dónde comeremos? Esto no es ningún problema, es increíble ver la generosidad de la gente. De hecho el problema suele ser no poder decir a todos que sí. Esta vez toca en casa de Santa. Santa, o Grilla, como la conocen en la comunidad, es madre de 4 hijos y una sobrina que es hija de crianza. Los dos hijos pequeños, Ariberto y Joan, son alumnos de Aventura y aparte de esto también es una de las cocineras contratadas de la escuela por lo que el trato es muy cercano. Viene semana sí, semana no, y ésta no le toca trabajar, así que nos tiene preparado un "arroz con habichuela", y mientras comemos vamos charlando de mil y una cosas. Poco a poco se va abriendo, ya no somos dos gringos anónimos y a medida que la confianza va aumentando, también aumenta la sinceridad y la profundidad del compartir. Tiene 38 años y ya es abuela, esto es muy habitual en estas comunidades. Y es una de esas personas que se cree Aventura de pies a cabeza. Realmente damos gracias a Dios por su entrega como madre, como comunitaria y como cocinera de la escuela.


Para salir de su casa, obligado pasar por el patio de Niover y no nos deja marchar sin hacer un café en su casa. Niover no tiene hijos en la escuela pero es el responsable del proyecto de las placas solares. Desde el mes de septiembre, como ellos dirían, están bendecidos. Todos los que han querido se han integrado al proyecto de paneles solares que ha facilitado la ONG SurFuturo y Fundasep. Los comunitarios pagan el 40% del coste (400 euros), y tienen seis años para volverlo. Y a cambio el panel solar alimenta 5 bombillas y muchos más enchufes que aparatos electrónicos tienen en las casas. Y nosotros, que como Mateo, somos los cobradores de las cuotas, estamos viendo la seriedad en la que se lo están tomando y lo contentos que están de haber abandonado la práctica que desde hacía tantos años tenían que encender velas en hacerse oscuro.

También La Higuera, como muchas comunidades, tiene el "centro de madres", unas asociaciones sólo para mujeres en las que tratan muchos diversos temas que les afectan. También desde hace unos años están los préstamos para vacas y muchas mujeres de la comunidad están beneficiándose de estas iniciativas de micro - crédito. También ellas son muy cumplidoras en los pagos. Marta conoce bien de que se trata, este y otros asuntos. Es increíble como todos recuerdan y alaban a Marta, que subía caminando, que nunca quería bola y que andaba con una mochila grandísima.

Ah, esta es también la comunidad de donde sacamos la arena para que Aventura siga creciendo a nivel de infraestructura. Roger suele ir solo a hacer viajes de arena pero siempre lleva dos palas, porque no han pasado dos minutos que siempre aparece alguien con ganas de ayudar.




Ya son las 3 de la tarde ... Tenemos que marchar hacia Aventura, nuestros "hijos" terminan clases a las 4h de la tarde y comienza nuestro tiempo ... Pero Roger mira el reloj y dice: tenemos tiempo de hacer un baño en la estrechura! Así que, algunas veces, acabamos nuestra visita haciendo un baño en el río ... Tiempo justo para llegar a las 16hs en Aventura.

EN NUESTRO CENTRO

     Después de este tiempo, tenemos que ver las cosas con realismo, es verdad que en el tema pastoral, nos falta mucho de presencia de personas adultas, no hemos podido consolidar una comunidad de fe adulta, por muchas circunstancias, pero si hemos podido consolidar el centro juvenil, que es un centro social y de vida de fe para niños y jóvenes..
     En cuanto a los adultos, no nos damos por vencidos y seguimos trabajando y viendo las mejores posibilidades, por eso hemos decidido comenzar con una pequeña comunidad de vida, donde podamos como comunidad vivir nuestras vidas desde la fe.

     En cuanto a los niños, en estos momentos vienen al centro unos 36 niños y jóvenes, de forma irregular por las circunstancias personales. Abrimos cuatro días a la semana, los martes y jueves para jóvenes y los sábados y domingos para niños y jóvenes.  Evaluamos la situación del centro y nos dimos cuenta de que necesitamos contar con un espacio de acompañamiento psicológico, por los graves problemas que vamos detectando, principalmente agresividad, abusos, alcohol.
     Muchos de ellos, tienen problemas de comportamiento, y dificultades para relacionarse. Su Autoestima es muy baja. Proceden de familias desestructuradas con escasos recursos, donde no cuentan con modelos de comportamientos adecuados, por el trabajo de sus padres o situaciones familiares, se podría decir que muchos de ellos, “se educan”  en la calle con roles sociales agresivos.

     Por eso, este año estamos trabajando, entre otros temas: Desarrollo personal: con temas relacionados con autoestima. Relaciones interpersonales: asertividad, comunicación sin violencia, empatía… Desarrollo social: socializando derechos y deberes, valores de la comunidad… Utilización del tiempo libre: ofreciéndoles espacios donde puedan disfrutar sin violencia, ni agresiones. Todo lo intentamos hacer de forma atractiva, a través del teatro, baile, manualidades, títeres, dibujo, deporte y juegos recreativos. 

Queremos ofrecer a los niños y jóvenes la posibilidad de tener un espacio, una iglesia donde se sientan en paz y a gusto, donde se apropien de la experiencia de fe. Un lugar donde sean los protagonistas de su vida, desde su realidad.
La vida de Jesús es un mensaje de solidaridad con los olvidados y excluidos, pero no de forma teórica, sino que vivió muy próximo a ellos, haciéndose su prójimo, desde su nacimiento hasta su muerte. Nuestra respuesta a estas situaciones de injusticia y exclusión debe venir guiada por el amor gratuito de Dios y el ejemplo de vida de Jesús. 

José Adolfo