domingo, 29 de mayo de 2016

LA FUERZA DE UNA MIRADA

Ya hace tiempo que las imágenes de los "refugiados" a muchos nos conmueven. Hace unos días nos encontramos una, que la encontramos muy especial y significativa. Quizás por la dureza que desprendía. Pero también por la fuerza de la pequeñez. Una niña, frágil, totalmente dependiente, desamparada,... y en cambio, la sensación de que era lo único, que en aquel preciso momento, podía aliviar el dolor de la madre.


La foto nos recordó a Milena y Rosi, hace prácticamente un año, cuando la situación con los haitianos se volvió tan crispada por esta zona. Milena es la madre de Rosy. Una tarde llegó Milena a casa, lloraba amargamente y llevaba la niña en brazos. Le dimos una silla, y estuvimos un buen rato callados esperando a que nos pudiera explicar que pasaba. Rosi, que no tenía todavía  año y medio, no era consciente de lo que estaba pasando a su madre, pero sabía que a ella, no le tocaba llorar. No era momento de añadir problemas. Y parecía que sabía que debía cuidar de su madre, porque no le apartaba la mirada. Una mirada que cuidaba, protegía para que nadie le pudiera hacer más daño, aliviaba todo lo que era posible.

Poco a poco se fue calmando y pudo explicarnos qué le pasaba. Había pasado la "camiona" y la guardia se había llevado a todos los haitianos que no tenían papeles. Por todo el barrio sólo quedaron Milena, que sí que había podido iniciar los trámites de papeles, y la niña. Se habían llevado a Flor, su marido. Y también, a todos los de su país, que eran su familia, amigos y vecinos aquí. Se había quedado sola, completamente sola. Sin un peso. Y sin posibilidades de trabajar: mujer, haitiana y con una niña que aún no podía dejar a nadie. Imposible. Sin poder saber nada de los suyos. Y sin quitarse la imagen de un futuro tan oscuro, como incierto.



Milena, durmió unos días en casa. De día, iba a ver si encontraba a alguien que le comprara el campo que su marido había dejado sembrado. Fueron unas semanas muy duras para ella, en que no dejábamos de admirar su valentía. Y allí estaba Rosi, la hija de año y medio. La hija que no le quitaba la mirada de encima. Parecía que alguien le había hecho saber, que esa era su misión entonces: mirar tiernamente a su madre.

Poco a poco todo fue arreglándose. Después de la angustia de los primeros días, ya se pudieron comunicar y supieron unos de otros, … y en cosa de un mes, el marido volvió a Sabaneta y han ido trampeando hasta el día de hoy. No es que vivan una vida fácil, pero los pobres, muy pobres, están curtidos de esto y tienen una fuerza y ​​una confianza, de la que nosotros somos huérfanos.


Y en los días más duros, de su ya dura vida, saben encontrar en la mirada de la hija la fuerza que necesitan cuando experimentan debilidad. Saben entender, a través de la mirada de la hija pequeña, lo que San Pablo supo entender de su Dios: "Te basta mi gracia. En la debilidad se manifiesta mi poder. " (2Cor 12, 9)


Roger y Maria (Sabaneta, Rep. Dominicana)

martes, 10 de mayo de 2016

Sobre los flujos migratorios




Hola compañe@s,

A punto de entrar en la asamblea anual de OCASHA, en las elecciones a presidente de la organización, en la repetición de las elecciones generales en España, etc. he querido nuevamente contaros un poco del trabajo que realizamos en el SJM Jimaní y seguir explicando (según mi criterio y  mi experiencia en estos casi 4 años y medio) un poco más el fenómeno migratorio en América Latina y el Caribe. Sobre todo, y con más énfasis, en la realidad que mas conozco, la migración Haití-RD.

Para ello os dejo un articulo sobre los flujos migratorios Haití-República Dominicana que me han publicado en la pagina del sector social de la Compañía de Jesús y que creo que nos aproxima al hecho migratorio con  su realidad y desafíos.

En esta entrada os quería pedir un favor, quisiera que hubiesen comentarios sobre el artículo para poder contrastar puntos de vista, experiencias diferentes que conformen una realidad mayor acerca de la experiencia de ustedes. OCASHA-CCS tiene un patrimonio testimonial increíble sobre la realidad de la misión y la realidad de la migración en historias de buena gente, en historias del día a día. Nos atrevemos a comentar? lo compartimos? hacemos de esta entrada una reflexión colectiva?

Espero de vosotr@s mucho, ayúdennos a entender mejor los flujos migratorios con la  experiencia de cada uno de nosotr@s.

Les dejo la publicación que hoy aparecía en la CPAL con el artículo que escribí como punto de partida para el compartir de vivencias.



Un fuerte abrazo


miércoles, 4 de mayo de 2016

Volver a El Alto

VOLVIMOS A EL ALTO


Hola de nuevo,
El tiempo pasa rápido y ya estamos de nuevo en El Alto. Hemos pasado unas bonitas vacaciones, disfrutando de la familia, de los amigos y compartiendo con compañeros y amigos de ocasha.
Para nosotros era un viaje muy especial, porque era la primera vez que, ya como matrimonio, podíamos visitar a la familia en España y conocer la parte de nuestra historia que nos faltaba.
Ha sido un tiempo de gracia, de abrir los ojos y compartir con personas de otra manera.
Estamos de vuelta en El Alto, con nuevo proyecto y nuevas ilusiones. Cuando fuimos a España, estaba la incertidumbre de si regresaríamos a la misma casa, si podríamos continuar con el trabajo en la capilla, con los chicos…
Afortunadamente las cosas se clarificaron…

Os contamos un poquito de cómo va a ser nuestra nueva misión:
Seguiremos en la capilla (no ya en la parroquia), con el centro de jóvenes y niños y atendiéndola pastoralmente. Intentando fortalecer el trabajo del centro, con presencia en el colegio (por ahora en el de primaria), porque queremos que nuestro trabajo no se quede entre las paredes del centro; queremos salir al barrio, y el colegio es un buen lugar para tener contacto con los chicos y sus padres. Nuestra intención es ofrecer un espacio donde los niños y jóvenes, puedan sentirse seguros, queridos, acompañados, donde puedan disfrutar de la compañía de otros niños y jóvenes en un ambiente alejado de violencia, gritos y responsabilidades de adulto, en fin donde puedan ser niños. Y donde podamos ofrecer una formación en valores del evangelio. Al volver, los niños nos tenían una pequeña bienvenida, fue emocionante verlos y ver como querían volver a su centro.

Colaboraremos también con el servicio jesuita a migrantes, especialmente en el trabajo con niños y jóvenes. El servicio jesuita a migrantes en Bolivia está tomando un nuevo rumbo, quiere tener más presencia y más acompañamiento a los migrantes. Se están planificando diferentes actuaciones, una de ellas es fortalecer el trabajo con niños y jóvenes, en una ciudad que es por esencia producto de la inmigración, se ve la necesidad de trabajar el tema de la interculturalidad, de las semejanzas más que de las diferencias, a nivel interno y a nivel de otros países vecinos, sobretodo Chile y Perú, a través del programa Jóvenes rompiendo Fronteras, pero ya tendremos tiempo de iros explicando un poco más de la misión.

Es un tiempo de cambio, de vivir la misión como matrimonio, de crear un nuevo espacio juntos. Tenemos mucha ilusión y cariño puesto en eta nueva etapa de nuestra vida.


Queríamos dar las gracias por este tiempo en España, a nuestros familiares y amigos que nos han acogido tan bien y nos han hecho sentir que tenemos un espacio en su corazón. A la delegación de misiones de Ciudad Real, que nos ha acogido con tanto cariño y comprensión. Y a ocasha, por su acogida, a los matrimonios con los que hemos compartido y que nos han ayudado a ver la misión de otra manera, y a los compañeros de ocasha en castilla la mancha que nos han recibido y con los que hemos compartido paseos y conversiones.
Todos nos hacen sentirnos parte de algo grande, y sobre todo sentir que esta misión es de todos.

Seguiremos en contacto.

José Adolfo y Milenka