lunes, 15 de septiembre de 2014

COMPARTIENDO LA MISIÓN


COMPARTIENDO LA MISIÓN

Durante los meses de julio y agosto han venido, a compartir la misión, jóvenes de la diócesis de Ciudad Real.

Siempre es un tiempo de gracia poder compartir el día a día, con aquellos que dan su tiempo, para vivir su fe y abrirse a un mundo diferente.
Se han involucrado en las diferentes actividades de la parroquia, en la catequesis, en el servicio jesuita a migrantes, en la capilla… realizando campamentos, dando charlas, y lo han hecho con mucha gratuidad. Y lo más importante, compartiendo la vida y el sentir de las personas.


Cuando uno se integra en un mundo diferente, tan distinto, tiene que aprender a desaprender, a escuchar, a compartir con las personas lo mejor de uno mismo, sentir lo maravilloso que es entregarse. Abrirse, para dialogar con los cuestionamientos que te ofrece un mundo distinto, con sus riquezas y sus pobrezas.

Es un momento de encuentro, de dejarse llevar, de sentirte parte de una misión universal de la iglesia. Para mí, un tiempo de sentirme más unido a mi diócesis y a mi iglesia de origen y de mostrar que no estamos solos, que contamos con ellos, y que ellos sientan y vean lo que hacemos, enviados por nuestra diócesis.

Desde aquí, solamente puedo dar las gracias, a la parroquia, por lo bien que los han acogido, a la delegación de misiones de Ciudad Real, especialmente a Damian, que apuesta por este intercambio de experiencias y de fe, y especialmente a Teresa, José Antonio y Jacob, por su tiempo, sus conocimientos y su entrega. Son muchas las anécdotas y los momentos gratos que hemos compartido, y eso queda para siempre.

Ellos ya regresaron a España, pero la actividad continúa. En la capilla, el centro juvenil va lento, con dificultades, propias de trabajar con niños que no cuentan con apoyo de los padres o que tienen que trabajar, así que vamos a iniciar un pequeño proyecto con el colegio de primaria, y el apoyo de una psicóloga, talleres con los niños y escuela de padres. Va a ser un tiempo intenso, pero creo que necesario. En la parroquia, seguimos con la formación de catequsitas y hemos comenzado, un proyecto bonito con el grupo de la frarter (grupo de personas con capacidades diferentes) de catequesis y apoyo psicológico. En en el servicio jesuita a migrantes hemos tenido el encuentro internacional en la parroquia, 100 jóvenes de Chile, Perú y Bolivia. Pero de todo esto, os hablaré en otro momento.


Espero que el próximo año podamos seguir Compartiendo la misión.

Un abrazo

José Adolfo

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