jueves, 14 de junio de 2012


Desde El Alto (Bolivia)
Por fin...

Si, por fin puedo acceder y compartir con todos vosotros, mis vivencias.

Sería muy largo ponerme al día después de tantas actividades, así que lo mejor es compartir algo de lo que he hecho recientemente y de lo que va a venir.

Lo primero es recordar a Juan, que compartió conmigo un año, desde aquí mucho ánimo y muchos recuerdos de las personas que acompañaste y que te recuerdan.

Estos días pasado viajé a Cochabamba, al bautizo de Damiá, hijo de David y Cristina, y pude visitar a Luis y Laura y ver que se encuentran bien, fue grato compartir aunque fuese solamente un ratito con todos ellos, eso te llena y revitaliza.

El invierno se preve intenso, ya se nota el frío en las mañanas y en las noches, por eso los colegios salen de vacaciones de invierno y en estos días la parroquia realiza una actividad para los jóvenes de los colegios, Betania. Una actividad donde los jóvenes (de entre 15 y 16 años) tienen la posibilidad de realizar diversas actividades, a las que no tienen acceso de ordinario y reflexionar sobre su vida, su familia, el colegio... La actividad se financia con actividades parroquiales, en mi capilla hicimos una mini Kermesse, que sería algo así como venta de diferentes platos.

El mes pasado, invitado por el Padre Giovanni (vicario de la parroquia) y junto a seis jóvenes de la parroquia, tuve la oportunidad de vivir una experiencia (un campamento de tres días) de misión en una zona rural, concretamente en Ancoraimes, camino al lago Titicaca. La realidad de estos jóvenes es muy distinta a la que se vive en El Alto, y a mí, me recordó experiencias pasadas y pude reencontrarme con una forma diferente, pero muy grata de misión. Estar en contacto con estos jóvenes, escuchar al párroco contar sus dificultades y su trabajo, me acerca a la ilusión del primer anuncio, donde hablar de Dios, es hablar de sencillez, cercanía, de algo novedoso para la vida.

En la fundación seguimos con el trabajo de acompañamiento pastoral, donde uno se da cuenta de la necesidad que tienen las personas, de contar con un espacio propio donde poder hablar de su vida, de lo más íntimo de uno mismo, donde poder abrirse y compartir aquello que no tienen oportunidad en su vida diaria.

En la capilla que acompaño, en las vacaciones de invierno de los colegios, haremos lo que llaman "vacaciones útiles", talleres para jóvenes y niños, donde tengan la oportunidad de relacionarse de una manera diferente. Los talleres serán de Baloncesto, cerámica, baile y guitarra, el costo es prácticamente cero y los talleres los darán gente de la capilla (yo haré el de baloncesto).

La misión se presenta así como espacio para estar cerca de las personas, escuchando, estando a su lado, siendo uno más y parte de sus vidas, esas vidas que Dios ha puesto en mi camino. 

Prometo no perderme por mucho tiempo y subir alguna foto. 

Seguimos unidos en la misión. 
José Adolfo

1 comentario:

  1. Pues nuestras felicitaciones. Ojalá todo tu trabajo sea bien útil por esas tierras tan necesitadas de acciones solidarias.

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