martes, 14 de agosto de 2012

“Ver a Dios en todas las cosas”

En estos días reflexionaba sobre el Encuentro de Mística que hemos tenido los días 8, 9 y 10 en Jarabacoa, un pueblo encantador con mucho pino y un clima envidiable para estar en el Caribe. La temática de dicho encuentro es sobre la Espiritualidad Ignaciana y los desafíos que tenemos por delante para este milenio. Me pidió Mario, el responsable de nuestro proyecto que colaborara con dicho encuentro, la verdad que eso me ha hecho el leer y conocer algo más de los Jesuitas y de S. Ignacio de Loyola. Yo ya tuve la experiencia de los Ejercicios Espirituales en España, pero ciertamente eso no es todo, hay mucho por leer y conocer de los Jesuitas. Me han gustado varios artículos que he leído y que he reflexionado, pero me quedo con los puntos más básicos que yo me quedo en la retina más que nada porque en mí día a día lo intento vivir. Los que más destaco son: Permanente esfuerzo de buscar y hallar a Dios en todas las cosas, espiritualidad de servicio, opción por los pobres y promoción de la justicia y la disponibilidad.
Pero en lo que mas se ha centrado dicho encuentro ha sido en tres puntos importantes: Amarme a mí, Amar al otro y Amar la Comunidad. A mi parecer esto es clave en el mandamiento que Jesús nos mandó por encima de cualquier otra cosa, “Amaos los unos a los otros, como yo os he amado” y es que a veces solo dejamos el mensaje en el prójimo, en el hermano, que claro que es importante. Pero mi reflexión ha ido mas por el camino de los dos aspectos conjuntos, porque ellos se complementan: el Yo y el Otro, y eso mismo es lo que nos llevará a ver y trabajar lo comunitario.
Ha sido una gracia que desde la Compañía de Jesús en R. Dominicana se dediquen tres días para que los trabajadores y las trabajadoras paremos, nos retiremos a algún lugar fuera del trabajo y compartamos, porque hubo tiempo para todo, para reflexionar lo aportado por el P. Regino SJ, para compartir tiempos libres, para compartir comidas y hasta para una fiesta lúdica en la noche con bachata y merengue incluidos. Me ha encantado estos días, me gusta compartir con mis compañeros del SJM en Jimaní, se nota que ello nos libera de tensiones y susceptibilidades, pero también es importante ver como trabajan el resto de los centros en el país.  Pensaba lo difícil que es esto en España, pero que también tengo que dar mucha Gracias a Dios porque en todos los trabajos que he estado me han ayudado a tener una buena relación con compañeros y me han ayudado a crecer sus aportes, no solo laborales sino personales. Al final la vida es una y todo lo que hay en ella es lo que nos hace ser como somos.
Para terminar, el sábado en la noche estuve cenando con dos Valdepeñeros y otro de Torralba de Calatrava, con estos nombres de poblaciones veréis que se tratan de paisanos manchegos. Quedé con Jesús y Amadeo que son sacerdotes diocesanos de Ciudad Real, y los dos, personas con las que uno en tiempo mas joven y otro en tiempo ya de discernimiento misionero, he compartido. El otro valdepeñero es Vicente un amigo que trabaja en Santo Domingo en la oficina de proyectos de las hermanas salesianas, persona importante en mi día a día para poder compartir nuestra experiencia acá. Me pareció estar en casa, con los míos y hasta comí jamón y queso manchego. ¡¡¡Que maravilla!!!
Claro, estos ratos muchas veces vienen bien para sentir que las percepciones no son solo de una misma, sino que esas frustraciones a veces también las tienen y las han tenido otros, al igual que los logros personales en la adaptación y demás. Pero claro por otro lado te da por recordar a tu gente a los tuyos,… bueno es algo difícil de explicar pero supongo que algunos sabéis a lo que me refiero. Yo de momento contenta y feliz por estar donde estoy, por sentirme valorada y aceptada en el acompañamiento que doy, pero sobre todo porque a algo mas de medio año puedo levantarme cada día con el propósito de “ver a Dios en todo lo que hago, siento, pienso… “Sé que eso ya lo hacia allí, pero aquí entre tantos empobrecidos, tantas limitaciones, dificultades, dolor,… lo puedo ver. Solo pido a Dios que a estas cosas no me acostumbre nunca.
Os deseo un feliz verano y que pasen pronto esos calores que solo de ver las temperaturas, los fuegos activos de España se le encoge a una el corazón.
Un besazo, Inma.


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