martes, 4 de diciembre de 2012

Noviembre, MES DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Con algo de retraso comparto algo que hace tiempo quería comentaros. Como todas y todos sabéis, el mes de noviembre está centrado a nivel Internacional sobre la violencia de género, aquí lo llaman “mes de la no violencia contra la mujer”. En Jimaní también está siendo así, y me gustaría poder compartir con vosotros qué me han suscitado a mí estos actos en los que he participado.


Desde el SJM todos los meses estamos dando una serie de charlas a los migrantes en el marco de un proyecto. Estas tratan temas como derecho a la documentación, los mecanismos de denuncia en las violaciones de los derechos humanos tanto para organizaciones mixtas como para las que sólo participan mujeres.  También hemos realizado un encuentro intercomunitario de mujeres migrantes. Para que entendáis a donde quiero llegar le podemos unir lo que en otros momentos he compartido sobre el papel de la mujer, el que son las más pobres entre los pobres porque además de ser pobre, migrante, (que no es poco)…  es mujer.

La semana pasada estuvimos Pedro y yo en la comunidad de Tierra Nueva para poder impartir la charla de mecanismos de denuncia a mujeres en la violación de derechos humanos. En el grupo también estaban sus parejas y como es normal, muchos niños. Para que os hagáis una idea este grupo es de los más vulnerables que tenemos, viven prácticamente en el campo, todos viven en casitas de madera, tejado de zinc y cada día deben ir a buscar el agua a otro lugar porque ahí no llega, mucho menos la luz. Eso unido al gran destrozo que han hecho las tormentas tropicales y los huracanes. La mayoría de ellas y ellos pertenecen a la Iglesia Betel allí hacemos las reuniones y donde los pastores, el matrimonio compuesto por Margarita y Maxó, trabajan incansablemente por el bienestar de los migrantes en la zona.

El caso es que ninguna y ninguno sabían qué se conmemoraba esos días, no sabían que existía un día para reflexionar sobre ese tema, de hecho no sé hasta qué punto ellas y ellos tienen el mismo concepto de violencia del que tenemos nosotros. En la misma charla surgió el tema de no levantar la mano a ninguna mujer. ¿Sabéis qué? Algunos de los hombres presentes reconocieron que las tenían que pegar, que lo hacen porque las quieren, pero que es así como aprenden. ¿Fuerte, verdad? No quiero con esta reflexión a valoraciones de si son así, que si los argumentos más normales son esos,… no pretendo eso. Mi reflexión va más por otro lado.

Por otro lado, yo al ser mujer y ya la única mujer dentro del equipo se nota la sociedad tan machista en la que estamos inmersos, cuesta luchar por que te vean como una igual, porque no lo sienten así para nada. El caso es que desde que estoy acá me he dado cuenta de lo que me hace reflexionar la vida de las mujeres, lo luchadoras que son, lo que me enseñan cada día. Lo que queda por hacer, lo que te tiene que seguir luchando por esa igualdad, por darle dignidad de persona, un puesto en la sociedad,… lo comentábamos Pedro y yo, los argumentos que le daban en la charla, “es que si no, no aprende” ¿Aprender a qué? Cada día tengo que ver como mujeres se tienen que escapar de casa y regresar a Haití sin que sus parejas se enteren, que se lleven a sus hijos o los dejen con una vecina, que estén en el hospital con la boca totalmente rota porque no tenía la comida a tiempo,… es muy duro ver eso de cerca cada día.

Pero también veo a mujeres llenas de vida, de música, de color, luchadoras, convencidas que son ellas quienes pueden cambiar las cosas. Con ellas me quedo, porque son ellas las que ayudan a las que no lo ven así, porque han sido fuertes para romper con todo y salir adelante. Me encanta esos días en que nos sentamos por las tardes en el grupo y salen conversaciones del día a día, que me preguntan si estoy casada, si tengo hijos, si él me gestiona el dinero o decide qué ropa ponerme,… se aprende tanto escuchando¡¡¡¡ Todas son creyentes de diferentes iglesias, y todas, todas dan las gracias al terminar la reunión a “Bon Die” (en Kreyol, Buen Dios) por lo que les regala y les da cada día.

Espero que al igual que a nosotros este mes nos ha servido para rezar mucho por ellas y dar las Gracias a Dios por lo que nos ha dado, os sirva a vosotras y vosotros para poder seguir trabajando estemos donde estemos por esta igualdad real entre los seres humanos, hombres y mujeres de Dios.

Saludos, Inma.

1 comentario:

  1. Mucho camino nos queda por recorrer en el tema de la mujer, la igualdad apenas traspasa el discurso, la realidad aun dista mucho.

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