martes, 27 de mayo de 2014

Cristo muere y resucita en Boca de Cachón

Hola Compañer@s,

Quería este mes hacer una entrada que hablara sobre la pascua, sobre la muerte y resurrección pero una vez más la imperiosa actualidad y realidad que vivimos cada día en la frontera se impone, y es más, considero que era necesario. Llevamos meses trabajando y luchando por el respeto de los derechos de las familias migrantes de un pequeño pueblecito de la frontera que durante muchos años ha sido afectado, inundado y maltratado por la crecida del lago Enriquillo, mermando su salud y sus condiciones de vida.

Ahora el gobierno dominicano ha buscado una solución digna a un verdadero drama humano que durante muchos años han vivido cientos de familias. Curiosamente la solución ha sido el traslado de todo un pueblo (404 casas) a un nuevo pueblo (con 560 viviendas) pero en ese traslado se han dejado a todas y cada una de las familias migrantes que durante muchos años habían vivido allí, padeciendo junto a las familias dominicanas, sufriendo con ellos, muriendo y resucitando tras cada embestida de ese lago.

Quería escribiros algo sobre este tema, o tal vez reproduciros parte de una entrevista que se ha realizado para que toméis conciencia de las realidades de misión y de derechos humanos que estamos llamados a acompañar y defender. Experiencias que te quitan vida por su crudeza, que te encojen el corazón porque no son las imágenes de un noticiero sino los rostros de las personas con la que he estado compartiendo los últimos dos años y medio de mi vida, las casas donde he tomado café, los niños y niñas que me gritaban "americano" cada vez que me veían rondar por sus casas.

Los cristianos no creemos en la muerte sin resurrección, creemos que hay vida detrás de la muerte y alzamos la cabeza ante las adversidades y los mayores sufrimientos como hizo Cristo en la cruz, con la esperanza de que el Reino esta cerca, de que se construye pasito a pasito.

Durante cuarenta años el antiguo pueblo de Israel anduvo por el desierto, unas veces más afligido y otras más esperanzado, pero no dejo de caminar hasta que encontró la tierra prometida. Los cristianos, recuperando ese espíritu de lucha, sacrificio y fe, somos un pueblo que se levanta, que sigue hacia adelante para conseguir las metas que una vez soñaron. Ese espíritu hoy más que nunca se mantiene vivo en nuestros corazones y en nuestra lucha por las familias de Boca de Cachón. Así estamos nosotros ahora, un pueblo que camina para encontrar una solución digna a 60 familias (234 personas) que lo han perdido todo, buscando una salida que respete los derechos de las familias migrantes que durante casi 30 años han estado viviendo y sufriendo en el antiguo Boca de Cachón.

Os dejo el enlace que describe muy bien la situación que estamos viviendo.

http://acento.com.do/2014/actualidad/8143356-a-las-puertas-del-desamparo-migrantes-en-boca-de-cachon-abandonadas-por-el-gobierno/

https://www.youtube.com/watch?v=Ubp9YuaKr5E


Un fuerte abrazo compañer@s, seguimos en la lucha!

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