sábado, 3 de noviembre de 2018

ENCUENTRO TRIFRONTERA

     Estos días hemos participado del encuentro Trifrontera Chile, Perú, Bolivia.
     El encuentro Trifrontera, reúne a jóvenes de tres ciudades fronterizas: El Alto (Bolivia), Tacna (Perú) y Arica (Chile), dentro de la misión Trifrontera de la compañía de Jesús. La idea de los encuentros, es propiciar espacios para que los jóvenes de los tres países puedan convivir y romper barreras. Que sean espacios de encuentro, conocimiento mutuo y para romper prejuicios sobre otros países.

     Por eso la dinámica del encuentro, es de acción, reflexión. Se intenta que los jóvenes conozcan la realidad de cada país o ciudad, sus costumbres, su cultura y vean aquello que es diferente y aquello que les une.

Durante el encuentro los jóvenes viven en familias que los acogen, donde pueden compartir el día a día de una familia. Este contacto crea lazos que van más allá de los días del encuentro.

Desde Bolivia nos tocó coordinar el encuentro, que se realizó en Arica, Chile. Este año tocaba reflexionar sobre si seguir o no con el proyecto, por esta razón, en la asamblea de coordinadores que tuvo lugar en el mes de julio en La Paz, se decidió dar voz a los jóvenes, que ellos, que son los protagonistas de los encuentros diesen su opinión.

El encuentro comenzó con una presentación sobre la historia de los encuentros Triforntera, conocer la realidad social, pastoral, los desafíos, las problemáticas de los jóvenes de las tres ciudades, ver que tenemos en común, que sería conveniente trabajar en próximos encuentros trifrontera.

Otro día se dedicó a ver nuestra experiencia en los encuentros anteriores, en clave de oración personal. Fue un momento muy rico para los jóvenes, pudieron dedicarse un tiempo de silencio y oración.

En la tarde visitamos y participamos de la eucaristía y procesión en San Miguel de Azapa, un valle cercano, donde pudimos compartir con la comunidad y conocer como viven su fe, ver como la expresan, momento de encuentro con una realidad muy diferente a la de El Alto.

El último día tocó compartir la eucaristía con la comunidad y familias que nos acogieron y tomar las últimas decisiones que serán enviadas a los provinciales de los tres países.








Para los jóvenes es un momento único e inolvidable, una experiencia de encuentro que queda marcada en sus vidas, especialmente para “nuestros jóvenes” de Bolivia, es un espacio abrirse a otras realidades, fortalecer su autoestima y poner en acción sus dotes de liderazgo; para nosotros como misioneros, es una posibilidad de llevar nuestra misión, más allá de la frontera donde día a día estamos presentes.

Saludos.

Milenka y José Adolfo


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